Los taxistas proponen retirar mil coches al día
Los chóferes quieren aumentar el servicio en verano y reducirlo en invierno
Élite Taxi, la principal asociación de taxistas de Barcelona, propone a la administración reducir en un millar el número de taxis que circulan cada día de entre semana por las calles del área metropolitana durante los meses más fríos del año. En estos momentos, cada jornada, prestan este servicio unos 8.000 vehículos. El descenso de coches propuesto por Élite Taxi se lograría introduciendo un nuevo día de fiesta cada quince días. A cambio, para compensar, los profesionales piden al Institut Metropolità del Taxi (Imet) que liberalice la flota y les permita trabajar con mucha más asiduidad durante los fines de semana de verano, durante las jornadas de más trabajo de todo el año. Entonces, dicen, sí que merece la pena conducir cuantos más días mejor. “Podríamos hacer una prueba piloto durante los meses de enero y febrero –dice Alberto Álvarez, portavoz de Élite–, aunque en realidad podríamos empezar ya mismo”.
Y es que precisamente ahora arranca la temporada de trabajo más floja de este gremio. Las fiestas navideñas y sus excesos son un muy breve paréntesis entre los últimos estertores del punto álgido de la temporada turística y la celebración del Mobile World Congress. La feria comercial de los dispositivos móviles marca, entienden los profesionales, el inicio del repunte de los taxímetros y de la mejor época del año en el sector. No tanto por la feria en sí misma –el uso de coches con chófer es muy habitual–, sino por el anuncio de la primavera. El Imet dice que estudiará la propuesta con detenimiento, que cualquier alteración del servicio ha de analizarse primero en profundidad.
Los taxistas argumentan que de este modo, tratando de ajustar la oferta y la demanda, sacarían mucho más provecho de cada hora que trabajan, que dejarían de aburrirse durante horas en las parrillas de espera del aeropuerto a cambio de un carrera de apenas veinte euros, que con un millar menos de vehículos dando vueltas por las calles, todo el rato arriba y abajo, a la espera de encontrarse de una vez por todas con un brazo alzado, también se verían reducidos los preocupantes niveles de contaminación atmosférica que se registran en el área metropolitana. Ayer mismo comerciantes y vecinos de Via Laietana manifestaron su malestar por la escasa atención que el Ayuntamiento presta a sus niveles de polución.
La verdad es que uno de los históricos retos del mundo del taxi es ajustar la oferta y la demanda. En el siempre ajetreado mundo del taxi, incluso desde antes de que comenzara la crisis económica, prima el convencimiento de que sobran licencias. Pero la administración no encuentra un modo no traumático de reducir el número de coches que circulan por el área metropolitana. El último intento se produjo durante los primeros años del anterior mandato. Entonces el gobierno de Trias diseñó un sistema de turnos, un sistema en principio consensuado con los profesionales. Apenas duró unos pocos días. Las sonoras protestas de los conductores obligaron al Imet a retirarlo. Desde entonces, a este respecto, la administración no lleva a cabo ninguna medida destacable. Aquí ni siquiera se logra consensuar una tarifa plana entre el centro de la ciudad y el aeropuerto. Ya en el 2014 se planteó esta posibilidad. Ayer el Imet dio a conocer las nuevas tarifas del taxi. Permanecerán congeladas durante todo el año que viene. Tímidos encarecimientos y congelaciones son la tónica predominante desde hace varios años con el objetivo de no desincentivar la demanda. Por ahora, la principal novedad de cara al año que viene es que por fin podrá pagarse con tarjeta en todos los taxis.
Las tarifas quedarán congeladas el año que viene para no desincentivar la demanda