Aparece sana y salva la menor que se fugó de casa
La joven, a la que se buscaba en Barcelona, fue identificada por una mujer en un centro comercial de San Sebastián
Las redes sociales demostraron ayer el gran poder que tienen. Una vecina de San Sebastián, a más de 500 kilómetros de la ciudad en la que todo el mundo la buscaba desesperadamente, identificó a Martina en un centro comercial de la capital vasca. La mujer no tuvo ninguna duda de que aquella chica que iba sola, con su mochila rosa a la espalda, menuda y con los ojos azules, era la misma cuya imagen llevaban repitiendo las redes sociales desde el lunes por la noche.
La mujer alertó a la Ertzaintza y una pareja de la policía vasca se acercó hasta el centro comercial, la identificó y le pidieron que les acompañara hasta una comisaría. La menor les aseguró que se encontraba bien. Los padres de Martina, que durante 24 horas pusieron Twitter, Facebook y los whatsaps patas arriba pidiendo ayuda, se reunieron anoche con su hija. Lo que se dijeron queda entre ellos.
El feliz anuncio lo realizaron los Mossos d’Esquadra en su cuenta de Twitter ayer por la tarde. Usaron el mismo sistema de comunicación al que tuvieron que recurrir el lunes por la noche, cuando tuvieron que reaccionar al alud de informaciones que empezaban a circular en redes sociales provocando una gran alarma entre la ciudadanía. Y a pesar de que no son pocas las denuncias por desapariciones de menores que se producen semanalmente en Catalunya, en este caso concreto, la Policía de la Generalitat tuvo que confirmar que se estaba buscando a la joven, de 16 años. Todo apuntaba, como luego se confirmó , a que se marchó de casa libremente. La pista del País Vasco ya empezó a sopesarse a primera hora de la mañana, cuando la madre de la joven examinó el ordenador de su hija y descubrió que, entre las últimas búsquedas en Google, había estudiado la forma de viajar a San Sebastián. Sin embargo, ni una sola cámara de seguridad del transporte público de Barcelona había captado la imagen de la joven abandonando la ciudad.
De hecho, casi toda la búsqueda se realizó principalmente en la capital catalana. Sin descartar ninguna hipótesis, pero con la premisa de que Martina no deseaba ser localizada. Había dejado una nota manuscrita en el buzón de la casa de su madre, despidiéndose de su familia, y escondió su teléfono móvil apagado en casa, sabiendo que su rastro permitiría a los Mossos dar con ella con rapidez.
Durante las últimas 24 horas, mossos d’esquadra, guardias urbanos, personal de seguridad privada, familiares y ciudadanos anónimos consternados la buscaron por la ciudad, con su foto en la mano. Regresaron a los lugares que frecuentaba con sus amigas, como el centro comercial de Las Arenas, e incluso se inspeccionó, una a una, a todas las jóvenes que hacían cola para el concierto de Justin Bieber. Martina les dijo a sus padres en una nota que no se preocuparan, que estaría bien, que no la habían raptado. Pero ni un solo segundo dejaron de buscarla.
Durante las últimas 24 horas, la intensa búsqueda de la menor movilizó a la policía y a las redes sociales