Bancos y fondos asumen el control total de Abengoa
Los acreedores logran el 95% del capital a cambio de deuda
Abengoa dio ayer el último paso que le faltaba para culminar el plan de rescate iniciado hace casi un año y evitar el concurso de acreedores y la liquidación. La junta de accionistas de la multinacional sevillana aprobó la ampliación de capital prevista para dar entrada a un grupo de bancos y fondos que –a cambio de su deuda o la liquidez proporcionada en los últimos meses– pasarán de forma inmediata a controlar el 95% de Abengoa.
El consejo de administración en pleno, desde el presidente Antonio Fornieles hasta Josep Borrell y los restantes miembros, cesaron ayer de sus funciones. El nuevo consejo está presidido por Gonzalo Urquijo y seis independientes. Ni el exministro Borrell ni los hermanos Felipe y Javier Benjumea, hasta ayer máximos accionistas de la empresa, acudieron a la junta que se celebró en la sede de Palmas Altas, en Sevilla. Si hace algo más de un año el último Benjumea dejó la presidencia en un consejo y por la puerta de atrás, ayer ninguno de los herederos de Javier Benjumea Puigcerver, el fundador de la empresa en 1941, fue siquiera al acto de entrega de la empresa a los acreedores.
Los accionistas tenían asumido hace tiempo que lo habían perdido todo y ayer, pese a la trascendencia de la junta extraordinaria de accionistas, sólo intervinieron tres personas en el turno de ruegos y preguntas. Felipe Izquierdo –el abogado que presentó las querellas contra Felipe Benjumea y Manuel Sánchez Ortega, expresidente y ex consejero delegado de Abengoa, respectivamente, y contra todo el consejo por administración desleal y falsedad documental– pidió un nuevo interlocutor al consejo entrante para tratar los asuntos relacionados con la plataforma de perjudicados de Abengoa. Después, dos pequeños accionistas solicitaron que se les aclararan algunas cuestiones. La acción de Abengoa, que llevaba meses anclada en los 0,2 euros por acción, se revalorizó
Gonzalo Urquijo, nuevo presidente de un consejo totalmente renovado del que sale Josep Borrell
ayer un 15% en las primeras horas, aunque al cierre de la sesión limitó las ganancias al 5,7% y acabó en 0,205 euros. Antes de que entren a cotizar las más de 19.300 millones de nuevas acciones, la capitalización de Abengoa apenas supera los 200 millones de euros. En los próximos días se ejecutará la ampliación de capital y las nuevas acciones serán admitidas a cotizar.
Con la entrada de los bancos empieza una nueva etapa en Abengoa, que se centrará en los primeros años en llevar a la práctica el plan de reestructuración y las desinversiones previstas. Abengoa se ha comprometido con sus acreedores, y ahora nuevos accionistas, a vender numerosos activos y centrarse en los negocios rentables. El plan de rescate tiene numerosas incertidumbres y deberá lidiar, además, con los procesos judiciales en marcha o los que puedan iniciarse a partir de ahora.
Pero Abengoa, como le sucedió a Pescanova, Isolux, Bankia y otras entidades rescatadas, tiene derecho a soñar con dejar atrás una crisis que estalló, en su caso, el 25 de noviembre del 2015. Ese día presentó preconcurso de acreedores al no poder afrontar sus deudas, que en esos momentos alcanzaban los 25.000 millones de euros. La compañía, controlada por la familia Benjumea, asumió casi desde el principio que estaba quebrada y que no podía hacer nada para evitar lo que se materializó ayer: su entrega a los acreedores. En los meses siguientes, la empresa –asesorada por Cortés Abogados– logró llegar a un acuerdo con los acreedores financieros para encontrar una salida alternativa al concurso y la liquidación que permitiera salvar la empresa y miles de puestos de trabajo. El plan de rescate ya es una realidad. Ahora falta ejecutarlo..