Nueve heridos en un campus de Ohio por el ataque de un refugiado somalí

El jefe de la policía estatal de Ohio, Craig Stone, afirmó que “ha sido un ataque premeditado”.

El campus de la universidad de este estado (OSU), ubicado en Columbus y con más de 60.000 estudiantes, vivió ayer una mañana de terror, después de que un asaltante arremetiera contra la gente con un coche y luego, pie en tierra y armado con un cuchillo de carnicero, atacara a los transeúntes hasta que la policía lo abatió mortalmente a tiros.

Además de la defunción del propio protagonista, esta acción dejó nueve heridos, uno en estado muy grave, y el convencimiento de que había irrumpido otro lobo solitario. Fuentes del FBI indicaron que investigaban el asunto como un caso de terrorismo.

El presidente Barack Obama fue informado de inmediato. Este nueva irrupción violenta se produce en el periodo de transición hasta la toma de posesión del presidente electo, el próximo 20 de enero. Donald Trump ya cuenta con más munición en su cruzada contra el radicalismo islámico.

Según un portavoz oficial, el presunto autor responde por el nombre de Abdul Razak Ali Artan, estudiante de 18 años originario de Somalia –Columbus tiene una numerosa colonia de somalíes–, que contaba con residencia en Estados Unidos tras llegar como refugiado en el 2014.

Parece contar con todos los elementos para exacerbar la xenofobia que Trump ha disparado. El supuesto agresor habría escrito en las redes sociales que estaba harto de ver como morían sus hermanos musulmanes en diversos puntos del planeta. “He llegado a un punto en el que no lo puedo soportar más”, dejó escrito.

Este caso provocó una enorme confusión. Inicialmente se cerró el campus creyendo que había un pistolero. Casi en paralelo se disparó la alarma, por un supuesto escape de gas, lo que incrementó la sensación de caos y peligro.