Tensiones financieras ante el incierto futuro de Renzi
Los mercados temen el triunfo del no en el referéndum
El delicado momento político italiano, a pocos días del referéndum sobre la reforma constitucional, está provocando turbulencias financieras. Es evidente que los mercados temen el triunfo del no, como predicen los sondeos, y una consiguiente fase de incertidumbre e inestabilidad.
La prima de riesgo sobre el bono italiano subió ayer por encima del listón psicológico de los 190 puntos básicos, al tiempo que los bancos en mayores dificultades –en especial el Monte dei Paschi di Siena (MPS)– sufrieron una fuerte caída en la Bolsa de Milán.
El primer ministro, Matteo Renzi, que compareció en rueda de prensa tras la reunión del Gabinete, pidió a los periodistas que no se ensañaran con él. “Me podríais hacer de vez en cuando alguna pregunta sobre (qué pasaría) si vence el sí, aunque sólo sea por equidad informativa”, les dijo, en tono irónico. Pero esa frase, medio en broma medio en serio, definía el ambiente de creciente preocupación que reina en el Ejecutivo. Hasta un personaje siempre tan optimista y enérgico como Renzi comienza a dar síntomas de fatiga y desánimo.
El chiste de portada del Corriere della Sera, la viñeta del genial Giannelli, resumía ayer, de modo cruel, lo que está sucediendo. Se veía a Renzi, sentado en una butaca, leyendo un periódico. A su lado, de pie, su esposa, Agnese Landini, le dice: “El 4 de diciembre será el funeral”. “¿Qué funeral?”, le pregunta el marido. “El de Fidel Castro”, le contesta la mujer. “¡Menos mal!”, reacciona aliviado Renzi. El próximo domingo, 4 de diciembre, es la jornada del referéndum.
Durante la rueda de prensa, en la que Renzi compareció junto al ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, el premier reconoció que en los mercados “hay tensiones ligadas a la incertidumbre política”, pero aseguró que el sistema político italiano está diseñado de tal forma que la gobernabilidad está asegurada en cualquier circunstancia. Sus palabras no expresaron demasiada autoconfianza. “Siempre hay un gobierno, ya sea político, técnico, supertécnico, hipertécnico, hiperpolítico”, dijo Renzi. Aludía, con ello, a las especulaciones de que, en caso de ganar el no, podría formarse un gabinete tecnócrata, dirigido –se dice– por el propio Padoan, para tranquilizar a los inversores mientras el país se prepara para nuevas elecciones. El jefe del Gobierno insistió, sin embargo, en clave electoral, en que si vence el sí “parece del todo evidente que el país será más fuerte”.
El ministro de Economía reaccionó ante la ofensiva en cierta prensa anglosajona, que dibuja escenarios catastrofistas si la reforma constitucional es derrotada en las urnas. Ayer mismo, el rotativo
Financial Times estimó que ocho bancos italianos, con el MPS a la cabeza, correrían el riesgo de quebrar en caso de triunfo del no y de agudización de la crisis política. Padoan dijo que el Financial Times estaba hablando de casos ya conocidos y que demandan tratamientos muy diversos. “Es obvio que los mercados financieros no aman la incertidumbre”, confesó el ministro, si bien trató de llevar el agua a su molino y añadió que esos mismos mercados contemplan “con perplejidad” que políticas que han funcionado y han sido ya premiadas “sean puestas en discusión”.
En esta compleja coyuntura, el líder de Forza Italia y ex primer ministro, Silvio Berlusconi –partidario del no–, que ya tiene 80 años, ha dicho plantearse ser de nuevo candidato del centroderecha si, como confía, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos anula la condena por fraude fiscal que lo inhabilitó durante unos años para presentarse a elecciones.
El siempre optimista primer ministro comienza a dar síntomas de fatiga y desánimo