Una heterodoxia diplomática que rompe moldes
El primer mandatario al que Donald Trump descolgó el teléfono fue el presidente egipcio Al Sisi. Recibió junto a su hija Ivanka al primer ministro japonés, Shinzo Abe. Se deshizo en elogios a Nursultán Nazarbáyev, dictador de Kazajastán, e irritó a India expresando su deseo de visitar Pakistán. Trump va por libre, prescinde de los asesores del Departamento de Estado y rompe todos los moldes de la diplomacia, pero no está claro si improvisa o lo hace para dar que hablar.