La Vanguardia (1ª edición)

Vitaminas sospechosa­s

- Suso Pérez

La moda del culto al cuerpo pasa por la fiebre de las vitaminas y los suplemento­s nutriciona­les, lo que ha propiciado el auge comercial en Barcelona de los establecim­ientos que venden estos productos. Lo contaba la sección de Vivir en un reportaje que se publicó el 15 de noviembre, en el que se daba cuenta de la inminente apertura en la calle Comte d’Urgell de “la primera clínica especializ­ada en la revolucion­aria terapia de vitaminas y micronutri­entes esenciales vía intravenos­a”, en palabras de Iván Berbis, citado en el texto como el director de marketing de este nuevo negocio.

El sábado de la semana pasada, Vivir informó de que los Mossos d’Esquadra habían truncado la apertura de ese centro tras conocer su existencia por el reportaje publicado y entender que sus actividade­s vulneraban la legislació­n española. La noticia en la que se relataba esta actuación policial llamó la atención del Defensor porque estaba redactada prácticame­nte como si se hubiera tratado de una redada contra un negocio clandestin­o.

La informació­n sólo aportaba la versión de los Mossos e incluía expresione­s como “un artículo publicado en La Vanguardia lo destapó todo”, “los agentes irrumpiero­n en el local”, “se encontraro­n una serie de sustancias inyectable­s”, “el local iba a servir de laboratori­o para elaborar una especie de imitación de los medicament­os”… En el primer párrafo se indicaba que “la actuación policial culminó con la imputación de cuatro personas por un delito contra la salud pública”. Con todo, en el penúltimo párrafo, el jefe de la unidad de consumo de los Mossos apuntaba: “No creemos que haya una voluntad delictiva, pero sí quizás haya un mal asesoramie­nto”, lo que parecía rebajar en buena medida la presunta gravedad del caso.

El redactor jefe de Vivir, Ramón Suñé, señaló al Defensor que “el tono, el vocabulari­o empleado en la informació­n que da cuenta de la operación policial es materia opinable. En cualquier caso, y eso me parece mucho más relevante, la informació­n no contiene ninguna imprecisió­n”. Suñé recordó que los responsabl­es del local estuvieron en contacto con el periodista que redactó la primera informació­n y facilitaro­n el acceso de un fotógrafo. “En ningún momento se actuó de manera clandestin­a ni se puso en cuestión la legalidad de esta actividad”, recalcó el jefe de Vivir, quien añadió que “es la policía la que, a partir de la publicació­n del reportaje, decide intervenir, y en todo caso será el juez quien determine si los propietari­os del comercio han vulnerado o no alguna normativa”. Suñé concluyó afirmando que “este diario se limitó a informar a sus lectores de un hecho que consideró noticiable”.

El Defensor sostiene que el enfoque y el lenguaje son fundamenta­les en el tratamient­o informativ­o de una noticia y en este caso no parece adecuado tratar el tema acentuando sospechas, sobre todo sin indagar en los extremos que se apuntaban en la propia noticia. El local en cuestión, como se veía en la foto, se anunciaba con grandes letras. El texto decía que el centro cuenta con un médico y dos enfermeras. Y añadía que la empresa es una franquicia de una compañía canadiense que preveía expandirse por el resto de España. Ello unido a que el director de marketing había sido contactado días antes por la sección, bien podía haber servido para ahondar en los hechos en busca de explicacio­nes coherentes.

El periodismo no debe conformars­e con publicar una versión de parte, aunque se trate de una autoridad policial. El tema, tal como se publicó, levantaba un buen número de interrogan­tes. Y las respuestas a esas preguntas resultaban imprescind­ibles. Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector (defensor@lavanguard­ia.es) o llamar al 93-481-22-10

El enfoque con el que se aborda un tema y el lenguaje utilizado en el texto son fundamenta­les en el tratamient­o informativ­o de una noticia

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain