Inventar la actualidad
ARMAS. Comando actualidad (La 1, lunes noche) es un extraño programa semanal que practica el principio de que la actualidad existe en la medida en que la cuentas. Es decir, se inventa una actualidad cada lunes (que es el futuro del periodismo) y le dedica dos horas de emisión. La actualidad de esta semana ha sido esta: las plagas de cucarachas alemanas, de chinches, de jabalíes, de ratas y de no sé cuántos otros bichos. La semana anterior, la actualidad fueron las armas de fuego que los españoles nos llevamos a las manos, como cazadores, tiradores o criminales. Son informes exhaustivos y aparatosos, con muchas entrevistas sobre el terreno y acción: el reportero baja a las cloacas o dispara con un fusil, lo que haga falta. El dedicado a las armas debió de entusiasmar a la industria armamentística española, que vieron sus productos en primer plano, protagonistas. Me entraron ganas de empuñar una escopeta. He sospechado que estos reportajes de Comando actualidad estén patrocinados por los sectores respectivos, de armas, de desinsectación, de lo que toque. Un modo de financiarse cuándo la publicidad está prohibida en TVE.
ERREJÓN. Íñigo Errejón no tiene nada que envidiarle a Pablo Iglesias como animal televisivo. Lo demostró en Fora de sèrie (TV3, jueves noche), durante la entrevista que le hizo Àngels Barceló, la más política de las emitidas hasta ahora en este programa. Errejón se desenvuelve muy bien en el uso de la lengua catalana, lo que fue un atractivo poderoso, un imán: ¿qué otro político no catalán lo habla con esa soltura? Esta riqueza idiomática es, sin duda, un valor en un político español. Las lenguas no tienen ideología si se trata de asuntos sociales, pero vienen cargadas de peso político en los pleitos territoriales. La presencia de Errejón en TV3 sumó puntos a su propuesta política en Catalunya, seguro. Por el idioma y por la entrega y naturalidad en las respuestas, sin rehuir ninguna pregunta, sin cálculos electoralistas, con sinceridad, incluido su fervor declarado por el Real Madrid. Por aquí, desde luego, compensó a la baja la cotización alzada por el idioma.
CHICOTE. Pesadilla en la cocina (La Sexta, jueves noche) sigue sirviendo platos del gusto de la audiencia, que lo respalda como uno de los favoritos de la cadena. Nos gustan los espectáculos de redención, en este caso de restaurantes al borde del colapso por la impericia de sus cocineros, camareros y responsables. Cuánto más grimosa sea la cocina y mas inútiles los restauradores, mejor. Ahí se crece Alberto Chicote, que posee una indiscutible talento televisual para enfatizar el espanto, para provocar a sus interlocutores, para sermonear con convicción y hasta para motivar como el más inspirador de los coach. Sus breves apuntes mirando a cámara son electrizantes, marca de fábrica. Haya más o menos teatralización, Pesadilla en la cocina es un producto televisivo de peso. Y cualquier polémica –una señora se queja de que le ha dejado su restaurante peor de lo que lo tenía– le favorece. A los telespectadores les gusta el tomate, aunque esté un poco requemado.
‘Comando actualidad’ practica el principio de que la actualidad existe en la medida en que la cuentas