Sergio Ramos tenía que ser
El central sevillano vuelve a marcar un gol salvador para el Madrid en los últimos minutos
Centro de Luka Modric y cabezazo de Sergio Ramos. Gol salvador para el Madrid. Pasó en la final de la Champions de Lisboa 2014 en el minuto 93 y pasó ayer en el Camp Nou para empatar el clásico en el 89. No se podía decir que el Barcelona no estuviera advertido. También lo estaban y tampoco pudieron hacer nada para impedirlo el propio Atlético en la final de la Champions de este año en Milán (aunque el centro viniera esta vez de Kroos), ni en la Supercopa de Europa de Trondheim (Noruega) ante el Sevilla, empatada por Ramos en el 93 tras un centro de Lucas Vázquez.
Capitán del Madrid desde que Florentino Pérez abrió la puerta de salida a Iker Casillas hace dos temporadas, genio y figura, Ramos se crece en los grandes escenarios y sobre todo en las grandes citas, donde saca a pasear un gen competitivo que le lleva a negarse a aceptar la derrota.
Hombre de temperamento, el primer jugador español firmado por Florentino Pérez, en el verano del 2005, con apenas 19 años, Ramos estuvo a punto de abandonar el club diez años después, tras un verano en el que su hermano y representante René negoció abiertamente con el Manchester United. Finalmente, Florentino accedió a sus elevadas pretensiones económicas (unos nueve millones por temporada, el tercer salario de la plantilla tras Cristiano y Bale) y el acuerdo de renovación hasta el 2020 se hizo público el 17 de agosto del 2015.
Esta temporada no ha sido fácil para Ramos, lesionado de un esguince de grado II en el ligamento colateral de la rodilla derecha en el España-Albania del 9 de octubre. Estuvo ausente cuarenta días de los terrenos de juego. La ausencia le vino bien a su equipo porque Ramos había comenzado el año muy descentrado y salía a penalti o acción muy desafortunada por partido. Su baja y la de Pepe fueron perfectamente cubiertas por Nacho y Varane y el debate sobre quién debía ser la pareja de centrales se instaló en la afición. No así para Zidane, quien considera que Ramos y Pepe han de ser los titulares.
Hasta su actuación de ayer en el Camp Nou Sergio Ramos había jugado mil minutos repartidos en once partidos, siete de la Liga, y había marcado tres goles y dado una asistencia.
El jugador también arrastra su leyenda negra. Es el jugador más expulsado de la historia del Madrid (21 rojas) e incluso el más expulsado de los clásicos (con cuatro rojas, la última precisamente la temporada pasada).
Amigo de toreros, muy sevillano (tiene una finca en la provincia donde cría toros bravos), habitual de las revistas del papel couché sobre todo desde su matrimonio con Pilar Rubio, con la que tiene dos hijos, Ramos fue muy activo hasta hace poco en las redes sociales, afición que ha ido dejando de lado los últimos meses.
Líder del vestuario junto a Cristiano, Ramos, como el portugués, tampoco tiene una relación muy fluida con Florentino Pérez. Es de los pocos jugadores que cuando el Madrid pierde aparece por las zonas mixtas para dar la cara. Entrevistado por las cámaras de Movistar + , se mostró bastante contenido, salvo para felicitar a Modric: “Ha sido un buen centro de Luka, para variar”.
La reflexión de Ramos coincidió con la de Zidane de dar por bueno el empate: “El punto nos permite seguir sumando, que es lo más importante. En mi opinión, no hubiera sido justa una victoria del Barcelona porque el partido había sido muy igualado”.
Para Ramos, “los dos equipos han querido mantener la posesión: en la primera parte hemos tenido más ocasiones, pero nos ha faltado eficacia. Pero el trabajo te acaba dando recompensa. Seguimos manteniendo la diferencia”. Tampoco la ve definitiva: “La ventaja amplia, pero pueden pasar muchas cosas”.
En vestuarios Ramos colgó varios tuits. Dedicó el punto y el gol a las familias del Chapecoense y terminó con un ¡hasta el final! en mayúsculas. Siempre hasta el final.
Ramos ya marcó un gol decisivo en los últimos minutos en Lisboa 2014 y en la Supercopa de Europa Líder del vestuario junto a Cristiano, el capitán estuvo a punto de fichar por el United en el verano del 2015