El Espanyol resiste y perdona
Los blanquiazules se despiden del Calderón con un empate y su meta imbatida por quinta jornada consecutiva
La despedida del Espanyol del Calderón –al menos en la Liga– fue tan poco brillante como pragmática. Aclamado como un héroe en su reencuentro con su antigua afición, Quique Sánchez Flores arrancó un buen punto que confirma la línea ascendente de su proyecto y Diego López, el hombre más odiado de la noche, consiguió mantener una jornada más su portería a cero. El Espanyol, a la contra, incluso llegó a tener las ocasiones más claras. haciendo de Oblak el mejor jugador del Atlético.
No planteó el técnico blanquiazul un partido de contención, aunque no dudó en volver a cambiar su sistema, como ya ensayó el martes en Alcorcón, planteando un 4-23-1 con Diop en el doble pivote junto a Javi Fuego, Baptistão en la banda derecha, Jurado en la mediapunta y Gerard solo en punta, aunque defendiéndose con dos líneas de cuatro hombres. También había planteado cambios Simeone, más de caras que de sistema, ya que el técnico local recuperaba a Filipe Luís y apostó por alinear juntos arriba a Griezmann, Gameiro y Carrasco en una clara declaración de intenciones, sobre todo después de que Real Madrid y Barcelona se repartiesen dos puntos y de que el Sevilla pinchase en Granada.
Y el Atlético salió a por todas desde el inicio, acorralando a los visitantes en los primeros minutos y obligándoles a replegarse. Griezmann ya avisó a los cinco minutos de juego con un disparo desde la frontal, en tanto que Gameiro y Carrasco obligaron a la zaga españolista a esforzarse ante el envío de balones al área desde las bandas.
Sin embargo, la ocasión más clara de ese primer tiempo de dominio local fue para el Espanyol ya al filo del descanso. Cuando intentaba el Atlético combinar en la frontal de Diego López como alternativa a los balones desde las bandas, una acción conducida por Baptistão por la derecha acabó con un balón a Gerard Moreno, que se plantó solo ante Oblak. El meta se adelantó para tapar el disparo y evitar el gol visitante.
No cambió la dinámica tras la reanudación. El Atlético mantuvo el control del partido ante un Espanyol que tuvo que emplearse a fondo para contener sus embestidas. Sin embargo, los blanquiazules volvieron a demostrar que no eran unos simples convidados de piedra y aunque no llegaron a jugar de tú a tú a los rojiblancos, sí tuvieron sus opciones, de nuevo más claras que los locales.
A los cinco minutos de ese segundo período, Godín tuvo que afanarse para adelantarse a Gerard y enviar por encima de su portería un córner botado por Víctor Sánchez. Y en el 61, Oblak volvió a salvar a los suyos en una gran contra españolista que arrancó con un ba- lón al hueco de Víctor Sánchez a Gerard, que combinó con Baptistão. En su mano a mano, el ex del Atlético se encontró con un pie del meta esloveno. La replica de los locales llegó apenas cinco minutos después, pero ahí estaba Diego López para lucierse en su primera intervención. Gabi se encontró con un balón franco en el área y disparó colocado al palo derecho del meta españolista, que llegó a rechazar el balón. En la segunda acción, el remate de Griezmann se paseó por la línea de gol españolista.
El Espanyol se replegó para encomendar todas sus opciones a la contra y Simeone vio cómo su equipo se perdía en la maraña que había planteado Sánchez Flores sin que llegasen ni el gol ni las ocasiones. Así que recurrió al banquillo en busca de alternativas dando entrada a Correa en busca de más pegada y a Gaitán en busca de ese último pase que su equipo no encontraba. A última hora hasta tiró de Saúl para explotar sus opciones en alguna acción a balón parado. Quique replicó con José Antonio Reyes y Caicedo para pelearse contra el mundo como único hombre el punta.
Como no podía ser de otra forma en el Calderón, el final del partido fue bronco en el césped y en la grada. Pero el Espanyol había ganado ya la batalla de los nervios y el Atlético se acabó estrellando ante un rival bien ordenado que dio el empate más que por bueno.
Sánchez Flores no dudó en cambiar de sistema y de caras para contener a un Atlético muy ofensivo El Calderón recibió con una gran pancarta y numerosas ovaciones a su antiguo técnico