El engaño de Facebook
Las autoridades europeas acusan a la red social de mentir en cuanto a su intención de cruzar datos con WhatsApp.
La relación entre Europa y Facebook “es complicada”, como muchos ponen en su perfil de la red social para no entrar en detalles. La Comisión Europea acusó ayer a la empresa de no haber sido honesta con ella cuando, en el 2014, le notificó su intención de comprar la compañía de mensajería instantánea WhatsApp. Mentir al ejecutivo comunitario, si se demuestra, puede tener consecuencias para la compañía de Mark Zuckerberg, investigada además por posibles violaciones de las normas europeas sobre protección de datos.
La Comisión Europea envió ayer un pliego de cargos a Facebook en el que la acusa de darle “información incorrecta o engañosa” sobre el potencial cruce de datos entre los usuarios de su popular red social y los de WhatsApp. La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha movido ficha después de que la empresa californiana anunciara en agosto cambios en su política de privacidad que permitirían a las redes sociales Facebook e Instagram extraer datos de la aplicación del WhatsApp. Facebook pagó 22.000 millones por hacerse con la app de mensajería.
En agosto del 2014, interrogada sobre esta posibilidad, la red social explicó a Bruselas que no podría “asociar de forma automática y fiable las cuentas de los usuarios de ambas empresas”, explicó ayer la Comisión en un comunicado. Facebook ofreció este verano a sus usuarios la posibilidad de asociar sus cuentas con los números de teléfono del WhatsApp para afinar más los anuncios que ven o proponerles posibles contactos, una iniciativa que llevó a varias autoridades europeas de protección de datos a investigar a la empresa californiana. Bruselas sostiene ahora que esa posibilidad técnica ya existía en el 2014.
Vestager ha llegado a la conclusión de que Facebook “de manera deliberada o por negligencia le dio información incorrecta o engañosa” y violó sus obligaciones legales con la institución. Bruselas admite que, al valorar la operación, tuvo en cuenta la posibilidad de cruzar los datos de los usuarios pero asegura que su luz verde “no se basó exclusivamente” en este aspecto ni en los datos que les dio la empresa. La decisión se fundamentó en más aspectos y “sigue siendo válida”. Facebook tiene hasta el 31 de enero para defenderse de las acusaciones. Si sus explicaciones no son convincentes, Bruselas podría imponerle una multa de hasta el 1% de su volumen de negocio.