El PP propone una doble urna en la elección de presidente
Habrá urnas y los votantes elegirán al presidente, pero no serán primarias. El PP incluirá en la ponencia política que se debatirá en el congreso de febrero un sistema bastante complejo para la elección del presidente del partido. Los militantes del partido podrán votar a su candidato, aunque habrá una doble urna lo que supondrá que al final serán los compromisarios quienes formalmente lo designen. En primer lugar, el PP incorpora la figura del inscrito, para los procesos congresuales, de forma que para participar en el congreso, en los debates, en la elección de presidente y de compromisarios, los militantes deberán inscribirse. Quien quiera ser candidato a presidir el PP además de estas inscrito deberá recoger 100 avales de militantes. En la primera urna, todos los afiliados inscritos votan a los candidatos a presidente y en otra a los compromisarios que los representará en el congreso. Pasan a la segunda vuelta los candidatos con más del 10% de los votos emitidos. En esa segunda vuelta son los compromisarios, ya en el congreso, los que eligen al presidente. Salvo en un caso. Si en esa primera vuelta en la que votan todos los militantes, un candidato cumple tres requisitos: obtener más del 50% de los votos; conseguir ese 50% en 30 de las 60 circunscripciones que tiene el partido, y si obtiene 15 puntos sobre el siguiente candidato podrá ser proclamado directamente en el congreso. Lo que sí mantienen los nuevos estatutos es que el candidato a la presidencia del Gobierno es el presidente del PP. Además, crean la Oficina del Cargo Popular, que quiere ser un nuevo mecanismo de control interno del partido, para evitar o detectar los casos de corrupción de los cargos orgánicos del partido. Ante esta oficina cada cargo del PP deberá presentar una declaración de idoneidad, que incluirá la declaración de sus datos de IRPF y a la que habrá que comunicar cualquier incompatibilidad. Esta oficina abrirá una vía de posibilidad de denuncia ante los tribunales si detectan comportamientos susceptibles de ser considerados delito.