Ocho propuestas para descubrir una Granada diferente
Prendado de la belleza de la provincia andaluza, el poeta mexicano Francisco de Icaza escribió: “Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada”. Estas ocho propuestas te abren los ojos más allá de la Alhambra.
1 Esquiar en Sierra Nevada
La estación de esquí de Sierra Nevada es una de las más modernas y mejor equipadas de Europa. Dispone de 124 pistas con diferentes grados de dificultad, una longitud total de 107 kilómetros y un desnivel de 1.200 metros. Las precipitaciones del otoño han dejado un notable espesor y calidad de nieve, que se podrá disfrutar durante los numerosos días de sol que alumbran la estación durante el invierno. Otros de los atractivos de Sierra Nevada son la posibilidad de esquiar de noche en una pista iluminada, su famoso ambiente nocturno y la proximidad de la ciudad de Granada, a solo media hora en coche. Del 7 al 19 de marzo de 2017, acoge, además, la celebración de los Campeonatos del Mundo de Snowboard y Freestyleski.
2 Dormir en un hotel cueva
Excavados a pico y pala en las entrañas de la tierra, estos establecimientos constituyen un magnífico ejemplo de la integración del hombre con la naturaleza y el paisaje. En ellos el huésped se sentirá como en casa, pues todos cuentan con las comodidades y los servicios exigibles a un alojamiento turístico de calidad: cocina, restaurante, baños árabes, chimenea… Sus anchos muros garantizan una temperatura constante de 20 grados todo el año y el silencio necesario para dormir a pierna suelta. En las comarcas de Guadix y El Altiplano, y en otras zonas de la provincia de Granada, existen sesenta de estos singulares establecimientos, que suman más de 1.200 camas. Dormir en una casa cueva es una experiencia que sumerge al visitante en la que todavía es el tipo de vivienda de 5.000 familias granadinas, ya que en una treintena de localidades de la zona norte –como Guadix, Baza, Galera y Huéscar– existen aún barrios enteros formados por cuevas. Todo ello, rodeado de un paisaje mágico, entre desiertos y las cumbres de Sierra Nevada.
3 A la rica fruta de la Costa Tropical
Durante todo el invierno, el aguacate, el mango y la chirimoya están en plena temporada. Y la Costa Tropical de Granada es el principal productor y exportador europeo de estos frutos, hecho que por sí solo justifica una visita a este cálido y tranquilo rincón del litoral mediterráneo. Los cultivos se introdujeron a mediados del siglo XX y las excelentes condiciones climáticas de la zona, con temperaturas invernales entre los 10 grados de mínima y los 22 de máxima, hicieron el resto. Poco a poco se van abriendo paso en el mercado español y van sustituyendo otros productos que ofrecen peor calidad, después de
sufrir semanas en cámaras frigoríficas y el transporte desde el Trópico. Comerlos maduros, recién cogidos del árbol, en los restaurantes de Almuñécar, Salobreña o Motril es un auténtico lujo. Se pueden visitar, además, plantaciones como Finca San Ramón, que ofrece degustaciones y unas magníficas vistas de la bahía de La Herradura. La chirimoya, que cuenta con denominación de origen propia, es el cultivo más extendido en la zona, pero se recoge también papaya, guayaba, carambola, maracuyá y lichi.
4 Montefrío, uno de los pueblos más bonitos del mundo
Así lo calificó National Geographic en 2015. La potencia visual del paisaje y la arquitectura de Montefrío seducen desde el primer instante. Lo primero que impresiona es el imponente conjunto monumental que forman la fortaleza árabe y la iglesia de la Villa, emplazados en la cima de un peñón en un audaz alarde arquitectónico. En su base se encuentra la Casa de Oficios y la iglesia de la Encarnación, de curiosa planta circular inspirada en el Panteón de Agripa de Roma. Montefrío pertenece a la comarca granadina de El Poniente, donde también destacan Alhama, con sus espectaculares Tajos y un balneario de origen árabe, y Loja, Flor entre espinas, con sus monumentos y el salto de agua de Los Infiernos. Un anejo de esta última población, Riofrío, concentra en pocas calles una decena de restaurantes donde se sirven las afamadas truchas de su piscifactoría y el cotizado caviar de esturión.
5 Flamenco en el barrio del Sacromonte
Granada es una de las principales referencias del flamenco en España, y el Sacromonte una de sus cunas. Este barrio gitano es epicentro de la jondura yel duende, y origen de la zambra, una fiesta de cante y baile flamenco que se remonta al siglo
XVI, en concreto, a los rituales nupciales de los moriscos de la ciudad. En los tablaos de las cuevas del Sacromonte se pueden disfrutar magníficos espectáculos de flamenco todas las noches.
6 La Alpujarra, país de ninguna parte
Decenas de pequeños pueblos blancos, de empinadas y estrechas calles, conforman esta región privilegiada, que se esparce por la vertiente sur de Sierra Nevada. Aislada durante siglos, la Alpujarra ofrece al visitante tierras casi vírgenes por recorrer, aire puro, tradiciones ancestrales y una peculiar arquitectura que se puede contemplar especialmente en los pueblos del Barranco de Poqueira. Pampaneira y Capileira forman parte de la red de los Pueblos más bonitos de
España, con sus casas rematadas con terrazas y graciosas chimeneas con sombrerillo. Antes se encuentra Lanjarón, puerta de la comarca, con su histórico balneario y su excelente agua, secreto de la extraordinaria longevidad de los vecinos. Una vez allí, merece la pena subir hasta Trevélez, uno de los pueblos más altos de la Península, para probar su afamado jamón serrano.
7 Baños árabes y balnearios
Los cinco balnearios existentes en la provincia de Granada (Alhama, Alicún, Graena, Lanjarón y Zújar) son herederos de instalaciones romanas o musulmanas y una relajante opción para olvidar la vida ajetreada y el estrés laboral. Estos establecimientos han remozado sus instalaciones y han creado atractivos programas para todos los públicos. La oferta se completa con diversos baños árabes modernos, con decoración inspirada en los de la Alhambra, repartidos por la capital. Hammam Al Andalus, por ejemplo, fueron los primeros abiertos en España tras la reconquista de Granada por parte de los Reyes Católicos.
8 De tapa en tapa
Ir de tapeo es una de las costumbres más arraigadas en Granada. La propuesta no puede ser más atractiva: callejear por la ciudad y contemplar su historia viva mientras se van disfrutando tentempiés en pintorescos bares y tabernas. Desde porciones de queso, embutidos o jamón de Trevélez hasta platos calientes típicos de la cocina tradicional local: migas con engañifa, callos, habas con jamón, papas a lo pobre, pescaíto frito… Todo ello incluido en la consumición de una cerveza Alhambra o un vino con Denominación de Origen Granada.