Alexandre Desplat dirige sus bandas sonoras hollywoodienses en L’Auditori
El autor de la música de ‘The queen’ y ‘El discurso del rey’ encabeza la OBC
Es un genio. Y además produce de manera imparable. Ha tenido ocho nominaciones al Oscar. Y en el 2015 finalmente lo ganó por El gran hotel Budapest. De hecho, las bandas sonoras de muchas de las películas más populares de los últimos años son suyas: The queen, El discurso del rey, Argo, El curioso caso de Benjamin Button, La joven de la perla, La chica danesa, las últimas entregas de Harry Potter y hasta Godzilla. Alexandre Desplat (París, 1961) tenía como mitos cuando era jovencito a Maurice Jarre y Georges Delerue, otros compositores franceses de música para cine que cruzaron el Atlántico, pero hoy el mito es él. Y mañana y pasado dirigirá en L’Auditori de Barcelona a la OBC para interpretar algunas de sus bandas sonoras más populares. “Son músicas de los últimos diez años, básicamente de filmes hollywoodienses, aparte de dos filmes franceses con éxito internacional. Desde La joven de la perla a El gran hotel Budapest, pasando por El escritor, The imitation game... quería mostrar músicas muy diferentes, para orquesta sinfónica y composiciones más íntimas como El discurso del Rey”, explica ante la prensa barcelonesa.
Una prensa que le pregunta cómo puede producir bandas sonoras de calidad sin parar. “Vivo como un samurái”, bromea. “Té verde, deporte, calma, silencio, concentración...”, añade. Y algo de miedo. “El miedo es muy importante para todo creador. Cuando Miguel Ángel estaba frente al bloque de mármol dudaba un poco. No sé si duraré tanto como él, pero... Yo estoy al servicio de un filme, no soy un artista libre, he de rendir cuentas. Hay un tiempo, un presupuesto, un encuadre y en ese marco difícil siempre hay cierto miedo a no ser suficientemente exactos. Hace falta tener 25 años para ser un héroe”, sonríe.
“¿El sello Desplat? Comienza por la elección de las películas que hago, y eso incluye el director, el reparto, el tema, el productor, el guión. Luego está la manera de abrazar la película, porque intento meterme en ella, no ser un espectador, ser un actor y navegar por el interior. Eso hace mi aproximación diferente. Y luego tengo una diversidad cultural que viene de padre francés, madre griega, que estudiaron y vivieron en EE.UU. Esa diversidad cultural está en el corazón de mi escritura, que está hecha de instrumentos europeos pero también de fuera, folklóricos. Luego está la influencia de la música americana, del jazz y de la música sinfónica del cine. Y a la vez la poesía de la música francés de Ravel y Debussy. Es toda esa mezcla”.
Que le lleva a elegir películas tan diversas como las de Wes Anderson o Harry Potter. “Con Anderson nos reuniremos en enero para su próxima película, de stop motion, una aventura de nuevo improbable, con un toque a la vez para niños y adultos. Nuestro trabajo es extremadamente alegre y fructífero porque me deja mucha libertad en un marco muy preciso. En cuanto a los dos últimos episodios de Harry Potter, dije sí porque es la mayor franquicia junto a Star wars y sabes que lo va a escuchar todo el mundo, es un reto. Además, la música icónica del título la había escrito John Williams, uno de mis compositores fetiche”.
Aun así, de elegir una de sus bandas, escoge “la primera música que escribí, para un cortometraje”. “Tenía 21 años. El director quería que yo escribiera una música hollywoodiense. A los dos nos gustaba mucho la música de Hollywood. Reuní a los músicos en el conservatorio donde estudiaba e hice una música que parecía de película. Y esa pequeña casete me hizo conocer a un director, y a otro, y a otro”, concluye.
“Abrazo las películas, intento meterme en ellas, no ser un espectador, ser un actor”, dice Desplat