Mates a medida
Smartick es una plataforma online para aprender matemáticas que se adapta a todos los niveles y aprende de cada alumno para proponerle los ejercicios más adecuados
Smartick es una plataforma para el aprendizaje online de matemáticas, destinada a los niños, y que fue escogida como una de las 15 mejores start-ups mundiales de 2016 por el jurado de The Next Web, un evento que reúne en Nueva York a las empresas tecnológicas más innovadoras y que permite a las start-ups presentar sus proyectos delante de 5.000 inversores, ejecutivos y expertos en tecnología. Javier Arroyo, cofundador de Smartick, cuenta que, para ellos, poder estar en Nueva York supuso “el reconocimiento internacional a lo que estamos haciendo” desde 2009, que no es otra cosa que desarrollar la inteligencia artificial aplicada a la educación. "El premio nos dio, además, cobertura mediática en EE. UU. y uno de nuestros grandes objetivos para 2016 y 2017 es entrar en este mercado". De hecho, ellos ya abrieron una oficina en Boston, aun- que no fue hasta junio de 2016 que lanzaron su producto en inglés, después de que el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) los seleccionara en 2015 como una de las start-ups con mayor potencial de desarrollo y crecimiento en EE. UU.
Actualmente tienen clientes en 54 países, la mayoría de ellos, en España, y puede encontrarse en tres versiones: español de España, latinoamericano e inglés. Aunque “nuestros grandes objetivos inmediatos son continuar con la expansión internacional, poniendo el enfoque en EE. UU. y en México como entrada al mercado latinoamericano”, relata Arroyo.
DE LA MARATÓN AL ALGORITMO
Javier Arroyo y Daniel González de Vega se conocieron en el sector de la consultoría y se hicieron amigos gracias a su afición a correr maratones. En 2009 decidieron fundar Smartick “con los ahorros de toda la vida”, y tardaron casi dos años en diseñar y desarrollar la primera versión de su proyecto. “Desde entonces, cada seis semanas subimos una versión actualizada con nuevos contenidos, con mejoras en la usabilidad… Hasta llegar a donde estamos hoy, cuando tenemos un equipo de 42 personas, entre matemáticos, profesores, ingenieros y psicólogos”, explica Arroyo.
El tema de las matemáticas lo tuvieron claro desde el principio. “En 2009 empezaron los informes PISA [que hacen un diagnóstico de los conocimientos de los niños en cada país] y vimos que los alumnos españoles tenían malos resultados en matemáticas. Por otro lado, la tecnología por fin se incorporaba a las aulas en forma de tableta y, además, conocimos el método japonés Kumon, en papel y que desaprovecha totalmente las nuevas tecnologías. De modo que nos lanzamos a hacer un producto con una filosofía que agrupa lo mejor del mercado, con un contenido mejorado y dotado de inteligencia artificial”.
Porque Smartick se basa en algoritmos: “Basándonos en inteligencia artificial avanzada y algoritmos del tipo massive learning y otros, estudiamos el estilo de aprendizaje de cada alumno, su ritmo y capacidad, le diseñamos un plan único y personalizado para él y adaptamos los ejercicios en tiempo real”, explica Arroyo. De este modo, a cada niño le salen ejercicios diferentes con el objetivo de que el alumno avance en a su máxima capacidad sin frustrarle.
Y, en este sentido, “no hay ningún método inteligente a nivel mundial que sepa qué tiene que proponerle a cada alumno en cada momento”, relata Arroyo para quien Smartick es “como tener el mejor profesor para ti solo, alguien que en milésimas de segundo se adapta a cada uno para extraer nuestro máximo potencial”.
Porque la plataforma sirve tanto para niños con altas capacidades que se aburren con los temarios que dan en sus cursos, como para niños que necesitan un refuerzo. “Siempre decimos que somos agnósticos a la edad y al curso escolar del niño, de modo que les proponemos hacer una prueba de accesos para ver qué saben y les vamos dando un contenido a lo largo de un plan de estudios según una estrategia personalizada”.
Lo que diferencia Smartick del resto de plataformas es que “hasta ahora, lo que hay en el mercado está muy orientado al cálculo y a la aritmética, mientras que nosotros también trabajamos la lógica y el razonamiento”, afirma el cofundador del proyecto. Porque “dedicamos mucho esfuerzo a que el niño piense, razone, y sepa qué operación está haciendo y por qué”.
“Es como tener el mejor profesor para ti solo, alguien que en milésimas de segundo se adapta a cada uno para extraer nuestro máximo potencial”.