Los plazos del referéndum separan a Govern y comunes
Munté evita poner plazo al acuerdo con el Estado para preservar el consenso soberanista
El Executiu mantiene la consulta unilateral, que los de Colau rechazan
La ANC hace un mapa de municipios donde ganar independentistas
“EL CRITERIO DEL GOVERN... Ahora estamos en el momento de esta amplísima mayoría, transversal, no gubernamental, y confiamos en que todo el mundo trabajará al máximo para conseguirlo (el referéndum), también el espacio de los comunes” “...Y EL DE LOS COMUNES Si el Govern convoca un referéndum sobre la independencia de Catalunya sin las condiciones necesarias –reconocimiento internacional y efectos políticos y jurídicos–, nosotros no participaremos en ello”
La reunión del viernes de constitución del Pacte Nacional pel Referèndum se saldó con una potente imagen de unidad de los independentistas y los comunes en favor de la celebración de una consulta sobre la independencia de Catalunya pactada con el Estado. Pero a medida que pasan los días se va evidenciando que aquel consenso tenía muchos matices y que, en el fondo, cada una de las partes se mantiene de manera más o menos inflexible en sus posiciones: los independentistas dispuestos a sacar adelante sea como sea el referéndum en septiembre del 2017 y los comunes contrarios a comprometerse con una consulta que tenga el más mínimo viso de unilateralidad.
“Para el Govern no existe ninguna contradicción entre buscar el acuerdo sobre el referéndum y mantenerse firme en la determinación de celebrarlo, como máximo, la segunda quincena de septiembre del 2017”, subrayó ayer la consellera de Presidència, Neus Munté, para dejar muy clara la postura del gabinete de Carles Puigdemont. El presidente de la Generalitat, de hecho, había eludido en la reunión del viernes toda referencia a la unilateralidad, lo que dio pie a interpretaciones de una cierta rebaja de planteamientos que el sábado ya se vio obligado a matizar el conseller de Afers Exteriors, Relacions Institucionals i Transparència, Raül Romeva, reafirmando la vigencia de la hoja de ruta pactada entre Junts pel Sí y la CUP, y que ahora el Govern ha querido clarificar con toda rotundidad después de la habitual sesión de los martes. “El Govern no se aparta de la consigna de referéndum o referéndum dum, de democracia o democracia”, lanzada por Carles Puigdemont ni del compromiso marcado por el Parlament de celebrar el referéndum “como muy tarde en la segunda quincena de septiembre”, reafirmó Neus Munté.
La portavoz del Govern recordó, como había expresado el propio presidente de la Generalitat en una conferencia en Madrid el pasado mes de octubre, que la voluntad ha sido siempre negociar los términos del referéndum con el Estado y que esta intención no ha variado en la actualidad, pero, en todo caso, “sin renunciar a la voluntad inequívoca de hacer el referéndum en septiembre del 2017”. La consellera de Presidència, a pesar de ello, rehusó fijar un límite a la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Estado, al contrario de lo que ha hecho la CUP –“dos o tres meses”, según Anna Gabriel–, en un evidente gesto para no incomodar a los comunes –que no ponen fecha a la celebración del referéndum–, y tampoco quiso entrar a valorar qué ocurriría si las confluencias de izquierdas se descuelgan del consenso soberanista cuando se constate que el pacto es imposible. “Ahora estamos en el momento de esta amplísima mayoría, y confiamos en que todo el mundo trabajará al máximo para conseguirlo, también el espacio de los comunes”, se limitó a reflexionar.
Los comunes, por su parte, no quieren efectivamente entrar en el debate del referéndum unilateral, que, al fin y al cabo, consideran que forma parte exclusivamente del pacto de estabilidad entre Junts pel Sí y la CUP y de la hoja de ruta del Govern, pero de nadie más. En el entorno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, recuerdan que en la cumbre del viernes en el Parlament sólo se habló de un referéndum pactado, así que la líder de BComú centrará sus esfuerzos en hacer posible la celebración de esta consulta acordada, para la que no ve prudente poner fechas. “El referéndum ha de celebrarse cuando existan las condiciones adecuadas, sin prefijar plazos”, coincide el coordinador de EUiA, Joan Josep Nuet.
Fuentes próximas a Ada Colau insisten, además, en que desconocen los planes del Govern para convocar un referéndum unilateral y que, en todo caso, corresponde al Ejecutivo catalán explicar en qué consistiría una consulta sin acuerdos estatales ni internacionales. Y avisan, eso sí, que repetir otro 9-N “sería legítimo, pero no sería un referéndum”, en la línea de lo ya expresado por la alcaldesa de Barcelona en la reunión del viernes en el Parlament.
Joan Josep Nuet se muestra contundente al respecto y asegura que si el Govern convoca una votación sobre la independencia “sin esas condiciones necesarias” que reclaman los comunes –reconocimiento internacional y efectos políticos y jurídicos– “no participaremos en ello”. El referéndum unilateral, por tanto, no entra en los planes de las confluencias de izquierda.