Los presos de ETA se abren a acogerse a beneficios penitenciarios
Los presos de ETA abren la puerta a acogerse, de forma individual, a los beneficios de la legislación penitenciaria vigente para acelerar la puesta en libertad. Esta vía aparece en el documento que la dirección del colectivo EPPK (por las siglas en euskera) ha enviado a los 350 reclusos para abrir un debate sobre su posicionamiento a partir de ahora. El texto, adelantado ayer por el diario Gara, marca como líneas rojas “el arrepentimiento y la delación”.
Se trata de un paso en la línea que defiende la izquierda abertzale desde principios de año, cuando el histórico dirigente Rufi Etxeberria pidió una “reflexión” a los que cumplen penas después del anuncio del cese definitivo de la violencia en el 2011. Una de las caras conocidas que ha defendido esta tesis es paradójicamente Anton López Ruiz, Kubati, condenado por asesinar a Dolores González Katarain, Yoyes. El giro apadrinado por Arnaldo Otegi y su partido, Sortu, ha provocado tensiones internas y ha sido contestado por el ala dura, que acusa al grueso de la izquierda independentista de haber abandonado la bandera de la amnistía. Ayer, en una entrevista en ETB, Otegi aseguró que la reflexión del colectivo de presos es “un paso definitivo”. Su formación justificó que se excluya el arrepentimiento de la nueva estrategia porque eso forma parte del “relato de vencedores y vencidos”. Esta negativa es la que, históricamente, ha llevado al ministerio del Interior a no conceder el tercer grado o la libertad condicional.
Ayer, el ministro Juan Ignacio Zoido hizo un llamamiento a mantenerse “firmes” delante de lo que considera “eufemismos” de la organización terrorista. Según avisó Zoido, “la violencia y las balas no son ni serán objeto de diálogo”. Previsiblemente, la política penitenciaria formará parte de la agenda de temas que tendrán que abordar Mariano Rajoy e Iñigo Urkullu en una reunión aún sin fecha. El lehendakari ha enviado una carta al presidente español en la que se muestra dispuesto a volver a la Moncloa.