Valencia obliga a los colegios públicos a garantizar los derechos de los ‘trans’
Estos alumnos usarán el nombre que elijan y los vestuarios de su sexo sentido
Los alumnos transexuales o intergénero de los colegios públicos valencianos deberán ser llamados por el nombre que ellos elijan y tendrán acceso a baños o vestuarios del sexo con el que se identifiquen, y no aquel con el que hayan nacido. Así lo recoge el protocolo de la Conselleria d’Educació de la Generalitat Valenciana que acaba de entrar en vigor y que está dirigida a garantizar el derecho a la identidad de género, la expresión de género y la intersexualidad en los centros educativos.
Dicho protocolo está en sintonía con la futura ley valenciana de identidad de género, en tramitación parlamentaria. Cuando se apruebe la norma, la instrucción de Educación debería extenderse a otros centros que no sean de titularidad pública.
Según la nueva norma, además, habrá que dirigirse al alumno o alumna por el nombre y la adscripción de género que haya escogido y comunicado en el centro, y se garantizará la libertad de vestimenta con que el estudiante se sienta identificado, de acuerdo con el género expresado.
El protocolo prevé que la escuela adecúe la documentación administrativa en consideración al nombre y el género querido por el alumno o alumna, a petición de la familia o de quien ejerza la tutoría legal, cuando lo comunique por escrito, mientras sea menor de edad o no esté emancipado. No obstante, la documentación oficial del alumnado no podrá modificarse hasta que no se realice el cambio de nombre en el Registro Civil y se traslade al colegio la documentación pertinente.
Con estas medidas, según Educació, los centros educativos garantizarán un clima de seguridad, de manera que su actividad se desarrolle en espacios libres de acoso, agresión o discriminación por cualquier motivo. También se realizarán por todos los agentes educativos las actuaciones necesarias para la prevención, detección y erradicación de actitudes y prácticas que manifiesten prejuicios sexistas o discriminación basada en prejuicios negativos sobre la identidad de género o la orientación sexual.
La finalidad de este protocolo es favorecer la inclusión educativa y asumir la igualdad y la diversidad como valores capitales e irrenunciables, de manera que todas las personas que conformen la comunidad educativa respeten y hagan respetar los derechos humanos. Por eso, será imprescindible facilitar la construcción de su identidad y la participación activa en la vida de la escuela, de manera que sienta la pertenencia real al grupo de iguales, en el centro y el entorno, según un comunicado de la conselleria. El conseller Vicent Marzà ha explicado que la educación valenciana aspira a convertirse en “un espacio de inclusión, en el que todas las personas que forman parte puedan desarrollar su identidad libremente y sin obstáculos”. “Es necesario –ha añadido– el esfuerzo conjunto de toda la comunidad educativa para reconocer y poner en valor la diversidad”.
El coordinador o la coordinadora de igualdad y convivencia supervisará todas estas actuaciones en colaboración con el equipo directivo, el equipo orientador y el tutor o la tutora, a lo largo del proceso de transición de género que efectúe una persona durante su estancia en el colegio.