Un método conocido y criticado
El convenio para financiar unas obras que son competencia de la Generalitat a cambio de patrimonio no es ningún descubrimiento. En octubre del 2014, el Ayuntamiento adquirió la antigua sede de los juzgados en Via Laietana y la nave principal de Can Batlló, valorados en treinta millones, para saldar una parte de la deuda del Govern con el Consistorio. El portavoz convergente, Joaquim Forn, celebró ayer que “BComú y el PSC repliquen un modelo de colaboración establecido durante el mandato de Trias”. El PP, en cambio, lo considera “un parche”. El popular Javier Mulleras pidió conocer la valoración de los inmuebles objeto del convenio “para saber si Colau ha hecho un regalo a la Generalitat como ya hizo Trias con el convenio de la Modelo”. Por su parte, el edil de Ciutadans Santiago Alonso acusó al Gobierno catalán de “engañar a los barceloneses con una gestión nefasta de las inversiones que destina a la ciudad y que perjudica gravemente a todos los vecinos” por el coste que tiene el tramo central de la línea 9 pendiente de la entrada en funcionamiento.