Un apellido para el nuevo Camp Nou
El 2017 será un año decisivo para el proyecto del Espai Barça. Se adjudicarán las obras del futuro Miniestadi, que comenzarán a mediados de año en el recinto de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí, y se llevará a cabo la demolición del estadio actual, en cuyos terrenos se edificará el futuro Palau Blaugrana. La completa reforma del Camp Nou son palabras mayores y el proyecto desarrollado por Nikken Sekkei no se iniciará el próximo año como estaba previsto. El club sigue negociando con el Ayuntamiento las reformas de la planificación urbanística necesarias. “Somos optimistas. En el primer trimestre del 2017 deberíamos tener el acuerdo con la ciudad para tirar adelante el proyecto”, apunta Bartomeu. “Hay muy buena sintonía, la alcaldesa (Ada Colau) me ha dicho muchas veces que esto es importante para la ciudad”. Además de la burocracia, el club tendrá que entrar en el tema de la financiación. El coste estimado del Espai Barça asciende a 600 millones de euros, de los que una tercera parte (200) provendrán de los title rights, o apellido comercial, del futuro Camp Nou. Más pronto que tarde el club emprenderá contactos para hallar un patrocinador. “No comenzaremos hasta que no haya la aprobación (urbanística) de la ciudad de Barcelona”, afirmó Bartomeu. El club tiende a descartar que sea Qatar quien ostente el apellido del nuevo estadio. Más bien piensa en Qatar Airways como futura línea aérea oficial del club, en el marco de la política de patrocinios globales y regionales –igual a ingresos– que se intensificará durante el año próximo.