Iglesias intenta frenar el choque con Errejón ante el enojo de las bases
El líder de Podemos pide perdón por las refriegas internas en una carta
El enfrentamiento entre facciones dentro de Podemos sigue abierto, pero las partes han acordado una tregua. El secretario general del partido, Pablo Iglesias, intentó ayer apagar el fuego avivado por sus afines contra Íñigo Errejón durante Navidad con una carta a las bases en la que pedía perdón por el “espectáculo” ofrecido y abogaba por reconstruir el consenso en torno a su figura.
Iglesias colgó un vídeo en las redes, con tintes melodramáticos, en el que explicaba el contenido de su misiva y utilizaba el mensaje recibido por una anciana simpatizante de Podemos para hacer un llamamiento a la paz interna. “Perdonadme por haceros pasar esta vergüenza”, decía compungido a los militantes. La última refriega, desencadenada por la destitución del portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, José Manuel López –próximo a Errejón–, ha provocado un importante enfado entre las bases.
El guante lanzado por el secretario general fue recogido por Errejón de forma inmediata. “Gracias Pablo, a Podemos le toca madurar como organización y a todos nosotros estar a la altura de las esperanzas que hemos despertado”, escribió el secretario político en su cuenta de Twitter, el canal que utilizan los miembros de Podemos –junto a Telegram– para airear sus disputas, pelearse y reconciliarse de forma cíclica.
Esto no significa que ninguno de los dos dé su brazo a torcer. La pugna por el control de la organización, que culminará en el congreso de febrero (Vistalegre 2), sigue viva, como demuestran los dardos que se enviaban de forma velada unos y otros en sus mensajes de reconciliación. “No siempre hemos sabido distinguir la pluralidad y el debate interno de las lógicas de las familias que buscan cuotas de poder”, afirmaba rotundo Iglesias, en una alusión directa al secretario político.
Errejón plantea la necesidad de un Podemos “diverso y más democrático”, lo que en el fondo encierra una profunda crítica a la gestión de Iglesias, al que dibuja como un líder autoritario y caudillista. El secretario general, por su parte, intenta acallar las divergencias con el argumento de que estas disputas, ventiladas en público, ponen en peligro la continuidad del partido y responden a lógicas de poder antiguas y fraccionales. Sólo su figura, insiste, puede generar el consenso necesario para seguir creciendo y lograr un partido fuerte y unido. O me apoyáis o esto se hunde, viene a decir Iglesias.
El secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, salió de inmediato a secundar a su líder y animó a todos los miembros del partido a seguir su ejemplo, pedir disculpas por el culebrón que protagonizan día sí y día también “y aplicarse el cuento”. Echenique ha sido uno de los dirigentes de los comunes más criticados estos días por buena parte de los militantes y el círculo de Errejón, que no le perdonan haber tomado parte en la campaña de desprestigio instigada por los pablistas contra el secretario político.
Este cese temporal de hostilidades no anticipa un acuerdo entre los dos bandos de cara a Vistalegre 2. Se trata, más que nada, de evitar desgastarse ante la militancia y no quedar como el malo de la película. El pacto entre Iglesias y Errejón parece poco probable, más ahora que éste último se siente reforzado tras la votación sobre el sistema electoral que se utilizará en el congreso de febrero.
La consulta tenía visos plebiscitarios, e Iglesias y Errejón quedaron prácticamente empatados. Pocos pronosticaron tan buen resultado para el secretario político, al que tan sólo separaron 2,4 puntos del resultado obtenido por Iglesias. Esto significa que Errejón puede obtener una buena representación en el Consejo Ciudadano Estatal –la ejecutiva del partido– en Vistalegre.
El liderazgo de Iglesias, eso sí, no está en cuestión. Errejón es consciente de ello y de ahí que no se haya atrevido a disputarle la secretaría general del partido. Podemos seguirá liderado por Pablo Iglesias, de eso no cabe duda. Es el aparato político y los puestos clave de mando interno los que están en disputa. En definitiva, las peleas que relatan casi en directo los miembros del partido tienen como corriente de fondo las discrepancias sobre lo que debe ser Podemos.
El secretario político recoge el guante y acepta la tregua para preparar la batalla de Vistalegre 2