La señora María bailaba mucho
Otra de las sorpresas del centro de colecciones del Museu d’Història es su muestra de emblemas franquistas. Algunos son de estilo casi naif, como una chapita con la leyenda: “Franco, Franco, Franco”. Otras piezas son más interesantes, como las 156 insignias de cartón o de latón del auxilio social que María V. donó a la ciudad de Barcelona. Con su adquisición voluntaria (quienes no las compraban eran multados y su nombre aparecía incluso en las noticias de sucesos) la tenebrosa Sección Femenina de la Falange financiaba sus no menos tenebrosos comedores y clases de reeducación. En total se acuñaron unos 1.700 modelos de estos emblemas, que recreaban la iconografía franquista (el Cid, el Alcázar de Toledo, la División Azul). Costaban 30 céntimos (y algunos, una peseta). Se vendían con las entradas para cines y salas de baile. “La señora María debió bailar mucho en su juventud”, aventura un portavoz del museo.