El copríncipe pide "unidad"
El pasado 20 de diciembre, el copríncipe episcopal de Andorra y arzobispo de Urgell, Joan-Enric Vives, ofreció la tradicional recepción de Navidad en el Palau Episcopal de la Seu d'Urgell. Ante numerosas autoridades políticas andorranas (entre ellas el jefe de Gobierno, Toni Martí, los presidentes de todos los grupos parlamentarios y el síndico general, Vicenç Mateu), así como representantes del tejido social y empresarial, Vives pidió, en su discurso, "promover más la unidad para seguir saliendo de la crisis y para ser todavía más transparentes". El copríncipe destacó los pasos realizados en materia de transparencia financiera y lucha contra el blanqueo, así como la implementación del nuevo marco fiscal, añadiendo que en lo que debe centrarse el país es en conseguir un buen acuerdo de asociación con la Unión Europea. Respetando las demandas europeas, pero que también sean respetadas "las especificidades propias de la idiosincrasia de Andorra, muy especialmente el respeto a su soberanía".
A lo largo de su discurso, también pidió en varias ocasiones mantener la cohesión de país y huir "de intentos de división o contraposición malévola", así como evitar "las maledicencias, las sospechas o los litigios que sólo desprestigian a persones o iniciativas, que nos dividen y dan una imagen distorsionada de nuestro país".
La recepción finalizó cantando villancicos y el himno nacional andorrano por parte del coro de los Petits Cantors del Principat d'Andorra, que este 2016 celebran sus 25 primeros años de vida, siempre dirigidos por Catherine Metayer. Estableciendo un paralelismo con el coro, el copríncepe pidió que la sociedad andorrana camine junta, "que afine, que no se descoordine, que no tire cada cual por su camino".