De la Gràcia rural a Montjuïc
Inicialmente la ubicación de la fuente Ceres delimitaba la frontera entre el municipio de Gràcia y Barcelona, años antes de su anexión
La fuente Ceres fue construida en 1830 en aquel entonces municipio de Gràcia. La urbanización del nuevo paseo de Gràcia, que dejaba de ser un camino de tierra para convertirse en una vía más apropiada para el desarrollo de la ciudad, llevó al Ayuntamiento a considerar la necesidad de incorporar elementos decorativos que estuvieran a la altura de los nuevos tiempos. El simbolismo de la fuente de Ceres fue doble: por un lado, la fuente actuaba de frontera artificial dividiendo los núcleos de Gràcia y Barcelona. Por el otro, la diosa de la naturaleza
La diosa representaba la Gràcia rural y campesina en contraposición a Barcelona, designada capital de provincia desde 1833 y que vivía inmersa en una revolución industrial
y la agricultura representaba la Gràcia rural y campesina, en contraposición a Barcelona, designada como capital de provincia en 1833 e inmersa en una revolución industrial que dio lugar durante esa época a una creciente clase burguesa acomodada. La escultura, obra de Celdoni Guixà, se trasladó al barrio de Poble Sec en 1874 debido al aumento del tráfico a lo largo del paseo y la aparición de la revuelta de las Quintas. Pero en la plaza Blasco de Garay –más conocida como plaza del Sortidor– apenas duró 40 años, por el tamaño excesivo de la fuente en una plaza de reducidas dimensiones. Con motivo de la Exposición Universal, la montaña de Montjuïc será finalmente el tercer –y último– destino de Ceres.