Aliviando la sed de los ‘castellers’
La fuente dels Castellers se construyó en 1978 para surtir de agua a los integrantes de la Colla Castellers de Barcelona en sus primeros ensayos
Como tantas otras colles, los Castellers de Barcelona son un fiel reflejo del trabajo que hay detrás de la carga y descarga de construcciones humanas que superan los 8 metros de altura. En la década de los sesenta y setenta, los primeros castellers se reunían en un descampado ubicado frente a la Escola Tècnica Professional del Clot. No tardaron en solicitar la construcción de una fuente pública para refrescarse y recuperar fuerzas. Fue así como el Ayuntamiento ordenó la colocación de un surtidor. Y así, del sudor nació su fuente, aunque en aquel entonces era funcional pero poco más. A la fuente le faltaba la personalidad que la convertiría en la fuente dels Castellers. Para “adoptarla”, los miembros de la colla se desplazaron a Montserrat para recoger piedras, transportarlas hasta su punto de encuentro y situarlas junto al surtidor. Estas rocas se convirtieron en todo un símbolo de la fuerza y fortaleza de los castellers. Una fuente, por cierto, que ganó en elegancia con la contribución del ceramista Calbet, quien decoró la base con un colorido mosaico. La fuente es hoy en día patrimonio de todos los castellers de Barcelona.
Los miembros de la ‘colla’ se desplazaron hasta Montserrat para recoger piedras, transportarlas y situarlas junto al surtidor como símbolo de la fuerza y fortaleza de los ‘castellers’