Un homenaje a la otra patrona

El monumento en honor a Santa Eulàlia se construyó en 1673 en una de las confluencias más transitadas de la época, la actual plaza del Pedró

La Guerra Civil destruyó casi la práctica totalidad del monumento con excepción de la fuente. De la escultura se conserva su cabeza original, hallada por dos hermanos que la custodiaron durante años

Es la única estatua pública ordenada por el Gobierno local antes del siglo XVIII que sigue en pie. Se trata de la fuente de Santa Eulàlia, en la plaza del Pedró. Se cuenta que a inicios del siglo IV el cuerpo desnudo de Santa Eulàlia fue desgarrado, clavado en una cruz y expuesto ante los ciudadanos. Cierta o no la historia, el Consell de Cent decidió en 1670 encargar un monumento que le rendiría tributo. Josep Fuster fue el autor de una obra que inicialmente era de madera aunque no contaba con una fuente. El monumento se inauguró en 1673 pero doce años más tarde la imagen se había deteriorado y el Gobierno local ordenó el diseño de una nueva imagen de mármol. No es hasta 1826 cuando se inaugura la fuente de Santa Eulàlia, concebida por el capitán general Marqués de Campo Sagrado. La Guerra Civil la destruyó casi por completo, aunque no la fuente, y sólo se halló su cabeza, custodiada por dos hermanos que la ocultaron durante años. Para recordar las efemérides más señaladas, desde la fecha del martirio de Santa Eulàlia, en el año 303, hasta el día de su adaptación como fuente, se incorporaron cinco placas.