El soberanismo ganaría las elecciones, aunque peligra su mayoría
El CEO refleja un empate en un referéndum sobre la independencia con una leve ventaja del no
El bloque soberanista que configuran Junts pel Sí y la CUP podría perder su actual mayoría absoluta en el Parlament, en el caso de celebrarse una nuevas elecciones autonómicas, según el último sondeo del CEO, realizado entre el 12 y el 17 de diciembre. Concretamente, JxSí perdería dos puntos en voto estimado y hasta tres escaños de los 62 que obtuvo en los comicios del 27 de septiembre del 2015. Paralelamente, el otro socio soberanista, la CUP, cedería más de dos puntos en porcentaje de voto y vería reducirse su grupo parlamentario entre dos y cuatro escaños (ahora tiene 10). Ese retroceso supondría que los independentistas se moverían en una horquilla de entre 65 y 69 diputados, en una Cámara cuya mayoría absoluta se sitúa en 68.
La encuesta detecta también una cierta recuperación de Ciutadans, que quedaría a un punto y un escaño de los 25 que obtuvo el 27-S, y una clara mejoría del PSC. Los socialistas sumarían un punto en cuota electoral y hasta dos diputados a los 16 actuales. En cambio, Catalunya Sí que es Pot y el PP verían frenadas sus expectativas de avance, de modo que la franquicia de Podemos en Catalunya sumaría sólo tres o cuatro escaños a los 11 actuales (y 3,3 puntos más en voto estimado) y seguiría por detrás del PSC. A su vez, los populares repetirían prácticamente su registro del 2015, aunque podrían arañar un diputado más y cosechar un total de doce.
El sondeo indaga también sobre las expectativas de voto en Catalunya si ahora se volviesen a celebrar unas elecciones generales. Y es en este capítulo donde se registran las mayores novedades. Esquerra sería hoy la primera fuerza, al mejorar su cuota de voto en más de cinco puntos y moverse en una horquilla de entre 12 y 14 escaños, frente a los 9 que obtuvo el 26-J. El avance de ERC se vería acompañado de un retroceso de En Comú Podem, que cedería más de tres puntos en voto estimado y hasta dos diputados de los 12 que logró hace seis meses.
Las restantes formaciones experimentarían leves descensos, salvo C’s, que mejoraría incluso su resultado del 26-J, aunque sin ningún rédito en el cómputo de escaños, ya que podría ceder hasta dos de los cinco actuales. Y también podría perder dos (ahora tiene seis) el PP catalán, que cedería algo más de un punto en cuota de voto.
Sin embargo, las mayores pérdidas potenciales las podría sufrir el PDECat, ya que su retroceso electoral (de algo más de un punto) podría suponerle hasta tres diputados menos de los 8 actuales. Finalmente, los socialistas mantendrían los siete escaños del 26-J, ya que su cuota de voto sólo caería en medio punto.
El otro gran tema del sondeo, la posición de los catalanes frente a la independencia, sigue reflejando un apretado empate entre partidarios y detractores, aunque ahora con leve ventaja de los contrarios a la secesión. En concreto, el no suscita un apoyo del 46,8% de los consultados, mientras que el sí se queda en el 45,3%. Ahora bien, cuando a los ciudadanos se les ofrecen más alternativas territoriales que el sí o el no a la independencia, los indicadores reflejan un avance del Estado federal (que suma seis puntos con relación a la encuesta anterior), y un descenso de las restantes opciones, que en el caso de la ruptura con España supone casi tres puntos menos.
La encuesta del CEO refleja también otras variaciones significativas. Entre ellas, una visible mejora de las percepciones sobre la situación económica de Catalunya, cuyos registros negativos han caído por debajo del 60% (frente a casi el 90% en el 2013), mientras que las
C’s recuperaría voto, el PSC ampliaría apoyos, CSQP y PP frenarían su avance y la CUP caería Esquerra sería primera fuerza, por delante de En Comú, que perdería más de tres puntos
opiniones positivas superan ahora el 25%, veinte puntos más que hace tres años. Esta mejoría se extiende también, aunque más débilmente, a la percepción sobre la situación de la economía española.
En cambio, las percepciones sobre la situación política apenas mejoran, aunque sí lo hacen la valoración del Govern de la Generalitat (e incluso del Gobierno central, aunque este último sigue cosechando un severo suspenso) y también se mueve al alza la puntuación general de los políticos catalanes, que se consolida por encima del 4.