Rodrigo Duterte
PRESIDENTE DE FILIPINAS
La última salida de tono del presidente filipino es haber asegurado que cuando era alcalde de Davao arrojó a un presunto criminal desde un helicóptero en pleno vuelo. Duterte (71) amenazó con repetirlo con funcionarios corruptos.
Cada declaración pública del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, parece ser más incendiaria que la anterior. La última salida de tono del mandatario ha sido afirmar que en una ocasión empujó a un presunto criminal desde un helicóptero en pleno vuelo, y amenazó con repetir la maniobra con cualquier trabajador público corrupto que se le ponga por delante.
“Si eres corrupto, te subiré a un helicóptero y te arrojaré mientras volamos a Manila”, dijo, al parecer, Duterte el martes pasado durante una visita a los damnificados por el tifón Nock-Ten, que ha causado siete muertos. “Lo he hecho antes ¿por qué no habría de repetirlo?”, agregó, según recoge el diario Philippines Star.
La agencia Reuters asegura que la víctima pudo ser un sospechoso de asesinato y violación de origen chino y que el incidente se produjo en la época en que Duterte ejercía como alcalde de Davao, la tercera ciudad más poblada de Filipinas. El ahora presidente desempeñó este cargo en distintos periodos durante 22 años.
En una entrevista con el canal ABS-CBN, Duterte esquivó confirmar el episodio. “¿Tirar una persona desde un helicóptero? –preguntó–. Si fuera cierto, no lo admitiría”. Su portavoz, Ernesto Abella, ha sugerido que la historia sólo es una “leyenda urbana”.
El presidente filipino también explicó que la semana pasada arrestaron a seis personas en Manila con media tonelada de metanfetamina, allí conocida como shabu. Los detenidos, según Duterte, tuvieron suerte de que no se encontrara en la capital en ese momento. “Si hubiera sabido que había tanto shabu dentro de una casa os habría matado –les dijo–. No hagamos ningún drama, os habría disparado personalmente si nadie más lo hubiese hecho”.
No es la primera vez que Duterte asegura haber matado a gente. En una cena con empresarios a principios de este mes el presidente aseguró haber asesinado a presuntos criminales cuando era alcalde de Davao para dar ejemplo a la policía. “Solía hacerlo personalmente. Sólo para demostrar a los chicos –los policías– que si yo podía hacerlo, ¿por qué no podían hacerlo ellos también?”, confesó. “Yo iba en Davao con una gran moto –seguramente en su propia Harley Davidson– y patrullaba por las calles en busca de bronca. Buscaba verdaderamente el enfrentamiento para poder matar”.
Más tarde confirmó en una entrevista a la BBC que “había matado a alrededor de tres de ellos” a finales de los años ochenta. “No sé cuantas balas de mi pistola acabaron dentro de sus cuerpos. Pasó y no puedo mentir sobre ello”.
El enviado especial de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Husein, pidió entonces una investigación a Filipinas sobre la supuesta justicia impartida personalmente por su presidente, a lo que éste reaccionó tachándolo de un “estúpido”, un “idiota” y un “hijo de puta” que debería volver a la escuela.
No es la única figura internacional insultada por Duterte: también lo han sido el secretario general de la ONU, Ban Ki Mun –el “diablo” y un “idiota”– y el presidente estadounidense, Barack Obama –un “hijo de puta”– por cuestionar que la campaña antidrogas de Filipinas esté violando reglas humanitarias.
Duterte comenzó su mandato el 30 de junio con la promesa de limpiar el país de drogas en seis meses. Pese a las críticas y los más de 6.100 muertos en esta campaña, conserva el apoyo mayoritario de los filipinos, que en las últimas encuestas le dan un 63% de popularidad.
El mandatario ya había confesado haber disparado a presuntos criminales para dar ejemplo a la policía