Andar por Barcelona
Soy ciudadana de Barcelona desde hace 71 años y realmente me gusta mucho la ciudad en la que vivo, salvo algunos cambios que se han producido últimamente. En primer lugar, quiero comentar el cambio que se ha llevado a cabo en los autobuses del transporte público. El nuevo sistema, en horizontal y vertical, aparte de ser molesto, es lento. Los puntos de intercambio quedan lejos unos de otros, por lo que hay que andar más y cruzar más calles (con sus correspondientes semáforos). Esto provoca, además, que en muchas ocasiones se escape el autobús.
Estos cambios no han supuesto a los usuarios una mayor rapidez en los recorridos, sino todo lo contrario, ya que con la supresión de algunas líneas y paradas los autobuses te dejan más lejos de tu destino y, además, al espaciarse el paso de los mismos, se concentran más viajeros en las paradas, lo que demora las subidas y bajadas de los usuarios en estas.
En segundo lugar, quiero resaltar el cambio de la iluminación de la ciudad, pasando de las bombillas blancas a las actuales amarillentas. Creo que lejos de mejorar, proporcionan una atmósfera triste que afecta a la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos, ya que muchos puntos de la ciudad han quedado sin iluminación. Espero que el Ayuntamiento pueda tener en cuenta mis observaciones para futuras mejoras.
MERCEDES MORA
Barcelona