Sí, Barack, tenemos problemas
Mentir no es gratis. Sólo parece que lo es. Tarde o temprano, siempre se paga. En el año que se va hemos aprendido muchas cosas gracias a Facebook y no todas buenas, como el inquietante término posverdad. Hace unas semanas, su fundador, Mark Zuckerberg, anunciaba que su servicio de noticias iba a buscar fórmulas que impidieran la publicación de informaciones falsas, lo que lleva un reconocimiento implícito de que, por mucho que se haya negado, la red social pudo tener un papel decisivo en las elecciones norteamericanas.
En plena discusión sobre la influencia determinante de Facebook en un ámbito como el de la política, el todavía presidente de Estados Unidos, Barack Obama, señaló en un discurso reciente: “Si no somos estrictos respecto a los hechos y a lo que es verdad y lo que no; si no podemos discriminar entre los argumentos serios y la propaganda, entonces es que tenemos problemas”.
Los medios de comunicación no pueden escapar de Facebook. Con 1.800 millones de usuarios –y subiendo...–, sería suicida para cualquier cabecera dar la espalda a la gran red social mundial. El servicio de Zuckerberg ofrece a los medios de comunicación cobijo, visibilidad, posibilidades de administrar la publicidad y otras ventajas que, en el mundo de internet, nadie posee. ¿Dónde está el problema?
El redactor jefe del blog de tecnología VentureBeat, Blaise Zerega, comparaba hace unos días la red social con un diablo tentador para el mundo de los editores de prensa, porque Facebook es una red social y no tiene interés en la publicación de periodismo. Lo suyo es el marketing, la publicidad y los contenidos de muy diverso tipo. No es ningún reproche, sólo una evidencia, señalar que Zuckerberg no tiene un interés específico en el periodismo y la información. No tiene por qué.
La experiencia que cada medio ofrece a su audiencia es única. Si la prensa se entrega a Facebook, pierde su derecho a decidir muchos de los aspectos que los vinculan con su público. Pierden, de esa manera, el lector y el informador porque todos quedan al libre albedrío de Zuckerberg. El papel de los medios de comunicación y su relación con Facebook está muy a debate en Estados Unidos. En España, apenas.
Sí, Barack, tenemos problemas. Ahora que el presidente estadounidense se va a quedar en el paro, alguien debería pensar en ficharlo.