Emblema progresista
NÚRIA POMPEIA (1931-2016) Dibujante, escritora, militante feminista
Fue una de las figuras culturales más características entre los años sesenta y noventa, por su labor como dibujante, periodista y también escritora progresista. Una progre emblemática y polifacética, muy implicada en la lucha feminista de la época, y siempre con un tono de humor y desenfado. El humor, declaró en una ocasión, “ha sido una de las suertes de mi vida. Es una gran defensa para vivir. Hay que reirse del otro y de uno mismo”.
En los sesenta se da a conocer como ilustradora, con sus viñetas para las revistas Oriflama y Triunfo, y también sus dibujos para las páginas de moda de este diario. En 1968 aparece su primera obra de humor gráfico sin texto, Maternasis. En 1972 publica, junto a Manolo V el Empecinado (uno de los seudónimos de Vázquez Montalbán) el libro La educación de Palmira, visión crítica del itinerario de una joven a manos de educadores incompetentes y en el marco de una sociedad burguesa e hipócrita. El mensaje, “acostúmbrate a decir que no”. Una obra que se volvería icónica. En esos años también colabora con autoras amigas como Maria Aurèlia Capmany o Montserrat Roig en textos de combate sobre cuestiones como el derecho a la contracepción. El trabajo en cómic de Núria Pompeia asume un carácter pionero “al romper los estereotipos que circulaban sobre las mujeres en las historietas, que eran siempre esposas gordas con rodillo o secretarias tontas y sexis”, en palabras de la profesora Juana Gallego.
La propia Núria Pompeia resumiría más tarde su posición intelectual en este periodo: “El feminismo surgió en nuestro país en los años de la transición. Algunas intentábamos potenciar los derechos de la mujer, que desde años remotos habían estado ocultos. Lamentablemente hubo una manipulación del feminismo utilizando las tendencias más radicales y agresivas y desprestigiando esta postura (…) Ahora el feminismo forma parte de mí y nunca veré las cosas de otra manera”, declaraba en 1990.
Fue autora de una amplia bibliografía, con títulos como Y fueron felices comiendo perdices (1970), tres relatos con otros tantos arquetipos femeninos, o Cinc céntims (1981), su debut en catalán, recopilación de cuentos protagonizados por mujeres “que son en primer término víctimas del consabido desequilibrio social y por tanto familiar”, según escribió Robert Saladrigas. En 1983 publicó Cambios y recambios, “desmitificación de las grandes y pequeñas transformaciones ocurridas recientemente en la manera de relacionarse las personas, particularmente los niños, las mujeres liberadas o agobiadas y las parejas progresistas con contradicciones”, según la reseña de La
Vanguardia. En 1986 publica la novela Inventari de l´últim dia ,y en 1998 otra obra narrativa, Mals endreços.
En el terreno periodístico, participó en la revista de humor Por favor y fue redactora jefe de Saber. Colaboró en Cuadernos para el diálogo, Vindicación feminista o El Món, entre otras publicaciones. Ilustró obras sobre temas que le preocupaban: un manual sobre la menopausia de la Associació de Llevadores de Catalunya, un libro de la Unesco contra la explotación sexual de menores…
Lo de “Pompeia” era seudónimo. Nacida en Barcelona en 1931, habitual de Arenys de Mar, Núria Vilaplana estudió dibujo en la escuela Massana. Se casó en 1952 con el filósofo Salvador Pániker, con quien tuvo cinco hijos (ella fue quien sugirió el nombre de Kairós para la editorial que hoy dirige uno de esos hijos, Agustín), y de quien se separó posteriormente. En sus últimos años estuvo aquejada del mal de Alzheimer.
Medalla de Oro de la Ciudad de Barcelona (2000), Creu de Sant Jordi (2007), en el 2012 una exposición en el Col.legi de Periodistes recogió su trabajo gráfico bajo el título Núria Pompeia sola davant la vinyeta.