Los atracos bancarios
Visualmente desprende aromas del western más clásico, género que encandiló a varias generaciones de cinéfilos, cayendo después en el más injusto de los olvidos. Pero aquí los caballos han sido sustituidos por automóviles. Con su proverbial sagacidad, el hoy un tanto olvidado Bertolt Brecht sentenció: “Es mucho más grave fundar un banco que robarlo”. Tras la muerte de su madre, dos hermanos conflictivos atracan pequeñas sucursales bancarias de Texas. Su objetivo es reunir el dinero necesario para cancelar la insaciable hipoteca bancaria que puede quitarles la granja familiar de siempre.
Mientras ambos hermanos prosiguen su recolecta a mano armada, también entra en acción un policía de los Ranger de Texas, renuente a jubilarse y que se fija como último objetivo la captura de los dos ladrones. Es un personaje otoñal, desengañado de todo, también de sí mismo y que se convierte en el gran protagonista de una función memorable. Muy especialmente gracias a la formidable recreación que el veterano Jeff Bridges realiza de un personaje que puede situarle como candidato a un Oscar que ya obtuvo en 2010 por la película Corazón rebelde.
Las referencias a títulos antológicos como Dos hombres y un destino, que Robert Redford y Paul Newman protagonizaron en 1969, resultan inevitables. Realizador de películas como Convicto (2013) y Obsesión (2005), el director escocés David Mackenzie dirige Comanchería con buen pulso, encadenando planos y secuencias que raramente resultan cargantes. Combina con sobresaliente habilidad drama, religión, comedia, cine de acción y aspectos sociales notoriamente críticos. Porque lo más admirable del film es su aparente viaje del pasado al presente, mostrando de manera diáfana que nada ha cambiado con el paso del tiempo. El dinero continúa siendo la llave que abre puertas y puede dejarnos encerrados en la miseria y la soledad. Aunque la pareja de hermanos están al margen de la ley, esta ley manipulada castiga siempre al más débil. Ben Foster y Chris Pine intentan superar la competencia, pero Jeff Bridges se erige en la gran atracción.