La Vanguardia (1ª edición)

Rajoy ensalza la actitud de diálogo del PSOE y da por garantizad­a la legislatur­a

El presidente del Gobierno descarta que la reforma constituci­onal sea la solución al problema de encaje de Catalunya

- CARMEN DEL RIEGO Madrid

“Diálogo”, “consenso” y “responsabi­lidad”. Son las palabras clave para Mariano Rajoy y que resumen el año 2016. Las palabras que hicieron posible pasar del bloqueo político al diálogo, y de un largo periodo de interinida­d –el que fue de las primeras elecciones en diciembre del 2015, a su investidur­a a finales de octubre del 2016– cuando se abrió una etapa de pactos que han hecho que Europa y los mercados recuperen la confianza en España, perdida por el bloqueo.

Y ese cambio de actitud tiene un nombre, responsabi­lidad, la que a juicio de Rajoy han tenido otros partidos, y entre ellos, de manera consciente o inconscien­te, el presidente del Gobierno se volcó en alabanzas, no sólo hacia la decisión del PSOE de permitir su investidur­a, sino también la que les ha llevado a obtener los primeros e importante­s acuerdos en el objetivo de estabilida­d, techo de gasto y las medidas urgentes en materia tributaria: “Aprobar todo esto ha sido un ejercicio de responsabi­lidad que ha sido visto fuera de nuestras fronteras”. Acuerdos también para afrontar un pacto educativo, que se une al diálogo social y al diálogo territoria­l, que culminará en la Conferenci­a de Presidente­s prevista para el 17 de enero, un conjunto de hechos que han demostrado, a su juicio, “que se puede gobernar sin que nadie tenga mayoría absoluta”.

Diálogo que Rajoy es consciente de que debe continuar, y él está dispuesto a hacer esfuerzos para facilitar el entendimie­nto, de modo que esta legislatur­a no se convierta, dijo, “en un páramo estéril de filibuster­ismo parlamenta­rio”.

Porque el presidente del Gobierno, que ayer compareció en rueda de prensa en la Moncloa para hacer balance del año, sabe que le queda mucho, empezando por los presupuest­os para el 2017. Rajoy quiere ser optimista sobre la posibilida­d de que puedan aprobarse y lo intentará: “Mi voluntad es que la legislatur­a dure cuatro años, y si hacemos las cosas bien, la legislatur­a será larga y fructífera”.

Un acuerdo al que llama a todos los partidos, siendo consciente de que Ciudadanos “es un socio preferente, porque ha apoyado la investidur­a y tenemos firmados 150 acuerdos”, pero también de que debe hablar con el PSOE, “para los grandes temas de futuro”.

Un tema para más adelante sería una posible reforma constituci­onal, pero el presidente del Gobierno tiene claro que la que se podría acordar no solucionar­ía el problema, “salvo que liquidemos la soberanía nacional, la igualdad de los españoles y la unidad de España”, y esos son valores a los que Rajoy no está dispuesto a renunciar.

De eso es de lo único que no está dispuesto a hablar con las autoridade­s catalanas, aunque ya ha hablado con Puigdemont y está dispuesto a hacerlo de nuevo, “pero no se puede hablar de lo que no se puede disponer, porque es de todos los españoles”. Por eso, Rajoy también dejó claro que “el gobierno no va a autorizar ningún referéndum que liquide la soberanía nacional”.

Y eso es lo que hace difícil el diálogo con Catalunya, y por eso Rajoy recriminó a Carles Puigdemont que siga dando pasos en la mala dirección”, algo que a su juicio es “lo peor para la convivenci­a, y no

Gesto de agradecimi­ento al PSOE y buenas palabras para Ciudadanos

me parece lo más inteligent­e”.

Rajoy cree que hay muchos asuntos de los que hablar, “pero lo que no puede ser el diálogo es un contrato de adhesión”, que es lo que a su juicio le han planteado desde la Generalita­t en los últimos tiempos.

Para Rajoy sería bueno que tanto el presidente de la Generalita­t, como el lehendakar­i, Iñigo Urkullu, quisieran dialogar y acudieran a la reunión de la Conferenci­a de Presidente­s , pero con una advertenci­a: “Si no van, las decisiones las tomarán otros”. En un intento de animar esas presencias, Rajoy subrayó que acudir a la reunión “no supone cambiar de criterio”, pero no ir, “es abdicar de una responsabi­lidad”. Por eso él, aseguró, no dejará nunca “una silla vacía, porque siempre habrá alguien dispuesto a ocuparla”.

En su rueda de prensa, Rajoy se limitó a las cuestiones de Gobierno y no quiso responder a nada que tuviera que ver con el partido, y más concretame­nte con el futuro de María Dolores de Cospedal, en el próximo congreso del partido, y si seguirá al frente de la secretaria general u optará por dedicarse sólo al Ministerio de Defensa. “Ya lo verán”, se limitó a decir.

 ?? EMILIA GUTIÉRREZ ?? Rajoy, en su comparecen­cia ante la prensa en el palacio de la Moncloa
EMILIA GUTIÉRREZ Rajoy, en su comparecen­cia ante la prensa en el palacio de la Moncloa

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain