Cuatro décadas de arte
El Centro Pompidou cumple cuarenta años convertido en referente cultural y turístico de París
El Centro Pompidou, el mayor museo de arte moderno de Europa, cumple 40 años con una historia que ha superado el fuerte rechazo con que nació, por su peculiaridad arquitectónica, para extenderse más allá de París y superar los 100 millones de visitantes.
Más denostado durante su construcción que la torre Eiffel y que la pirámide del Louvre, por la inteligencia parisina, el Centro Pompidou –“máquina emisora y registradora global”, escribió Umberto Eco, en El péndulo de Foucault– cumple 40 años el próximo 31 de enero, en loor de popularidad.
Y los celebra el 4 de febrero con una fiesta pública (“el mundo está invitado”) y, desde ya, con programa descentralizado de festejos. Y un aluvión de cifras.
Por ejemplo, el aval popular certificado por sus más de 102 millones de visitantes, atraídos por las 120.000 obras de la colección permanente (el mayor museo de arte moderno y contemporáneo de Europa, el segundo mundial), por las 325 exposiciones temporales y los 818 estrenos del IRCAM, el instituto de investigación musical, que se sucedieron desde la inauguración.
Sin olvidar a los más de 110.000 lectores que han gastado su vista en su biblioteca pública de información, refugio en invierno de clochards y, siempre, de turistas sin blanca; la tarea pionera del Centro de Creación Industrial; o el frenesí de actividades (cine, teatro, cursos, conferencias) que tiene lugar en sus entrañas, incluida la posibilidad de estudiar, gratuitamente, una centena de idiomas. O la de vislumbrar medio París al subir y descender los 219 escalones de la escalera mecánica que repta por la fachada del edificio.
Las colecciones permanentes, cuya exhibición es constantemente renovada, disponen de 15.000 m2 (casi dos campos de fútbol) y de 5.200 m2 las temporales. Entre ellas, el público, juez indiscutible desde que el arte alimenta exposiciones espectáculo y, estas, los presupuestos de las instituciones, consagró por dos veces a Dalí: 840.662 visitantes en 1979/1980 y 790.090 en 2012/2013. Por detrás, Matisse (734.896), Kandinsky (702.905), Koons (650.045), Lichtenstein (546.229), Soulages (502.026), Matisse (494.085), Bonnard (488.093) y Munch (486.888).
Detalle curioso: seis de estas diez mejores frecuentaciones se registraron a partir del 2010. Miel sobre hojuelas porque el lapso coincide con el del adelgazamiento de subvenciones. Por ejemplo, el 42% de los 135,5 millones de euros del presupuesto 2016 son “recursos propios”.
Importante: como el Louvre, que ya se replica en Lens y en Abu Dabi, el Pompidou tiene sucursal en Metz, desde 2010 (cerca de tres millones de visitantes) y en Málaga, por donde pasaron 320.000 en poco más de un año.
En las postrimerías de los 1970, en el entonces llamado plateau
Beaubourg, a pocos metros de la polémica mudanza del mercado des Halles, aquel vientre de París contado por Zola, el presidente Georges Pompidou tuvo el coraje de confiar en el proyecto, sobre el que llovieron las críticas de los entendidos, que firmaban tres arquitectos poco conocidos: el inglés Richard Rogers y los italianos Renzo Piano y Gianfranco Franchini.
El resultado, un edificio de 166 metros de longitud, 42 de altura y 60 de ancho, con 15.000 toneladas de estructura metálica, su organismo (tuberías, cables) a la vista, escandalizó al tout París, pero atrajo al mundo.
Su éxito, tan brutal y repentino que obligó a instalar un contador para evitar que la afluencia desbordara los límites de peso admisible, puso en órbita el barrio entero, tanto para la instalación de galerías de arte y salas de cine y teatro como para el negocio inmobiliario.
A partir del 16 de enero, la cadena France 2 emitirá cada noche una serie de programas sobre el Pompidou concebidos por Olivier Picasso, nieto del pintor, mientras internet acoge la curiosidad de 800.000 abonados que tienen acceso a las 88.990 obras digitalizadas.
Y a 466.800 datos como este: la obra más pequeña de las colecciones es una foto de Picasso, firmada por Man Ray (2.4 x 3.5 cm) y la de mayor tamaño (145 m2),
de Joseph Beuys. ¿Y la fiesta? Hasta el 24 de abril, el Pompidou parisino tiene formidable retrospectiva de Cy Twombly. Pero la celebración del cuadragésimo cumpleaños se multiplicará, hasta 2018, en cuarenta ciudades que acogerán media centena de exposiciones, quince espectáculos, conciertos y performances.
LA EXPANSIÓN El museo tiene sedes en Metz y Málaga, por donde pasaron en un año 320.000 personas ÉXITO INMEDIATO La avalancha obligó a poner un contador para que no se excediera del peso máximo