El salto de fin de año
Los ganadores de cada prueba de los Cuatro Trampolines se embolsan 9.300 euros
Los participantes en el torneo de salto de esquí de los Cuatro Trampolines arriesgan sus vidas con saltos estratosféricos a cambio de unos premios que distan mucho de otras disciplinas deportivas.
Realizan saltos que con regularidad superan los 130 metros. Vuelan por encima de los 90 kilómetros por hora. Se juegan el físico en cada intento pero sus ingresos están muy alejados de otras especialidades deportivas en las que los atletas exponen su pellejo. Seguro que, aunque no sean grandes aficionados, les han visto por el aire. Y más en estas fechas, las navideñas. Se trata de los saltadores de esquí y en concreto del mítico torneo de los Cuatro Trampolines, cuya primera prueba se cerró ayer en Oberstdorf (Alemania) con la victoria del austriaco Stefan Kraft, que realizó un mejor salto de 139 metros.
La victoria le supuso a Kraft 9.300 euros para su cuenta corriente. La misma cantidad que recibirán los Ícaros de la nieve que se impongan el día 1 en Garmisch (Alemania) y en las pruebas austriacas de Innsbruck y Bischofshofen que se desarrollarán el 4 y el 6 de enero. Eso sí, el vencedor de la general de los Cuatro Trampolines tendrá una prima extra de unos 19.000 euros.
Para que se hagan una idea más completa, el ganador de la Copa del Mundo de la temporada pasada, el esloveno Peter Prevc, ingresó por premios deportivos 230.000 euros. En la campaña anterior, el alemán Severin Freund, que fue el líder mundial, ganó 183.000 euros. A eso hay que sumarle lo que los grandes dominadores de esta especialidad perciben de sus patrocinadores dentro de una regulación muy detallada en torno a la superficie que los sponsors pueden ocupar en el casco y en los esquíes, por ejemplo. Un cálculo global hace ascender la cantidad al medio millón de euros aproximadamente.
Y no será porque el torneo de los Cuatro Trampolines no tenga seguimiento en los países de mayor tradición, como Alemania, Austria, Noruega, Suiza, Finlandia o Eslovenia. La competición arrancó en 1952 y en 1956 la televisión alemana empezó a retransmitir la prueba de Año Nuevo en Garmisch. En Alemania pueden congregarse en torno al televisor el día 1 de enero unos 6 millones de espectadores para seguir los saltos. Además, hasta 110.000 personas acostumbran a poblar totalmente las gradas en el cómputo de este póquer de pruebas. Esta buena presencia de público se ve impulsada por unos precios bastante asequibles (de 16 a 33 euros en Oberstdorf, de 7 a 20 euros en Innsbruck o de 15 a 30 en Bischofshofen, las entradas más habituales).
En su ya dilatada historia, el
En Alemania, unos seis millones de personas suelen ver por televisión la prueba de Garmisch
torneo está repleto de curiosidades. Una de ellas es que sólo en una ocasión el vencedor lo fue imponiéndose en las cuatro pruebas. El saltador que completó esta gesta, el alemán Sven Hannavald en el 2002, se embolsó 330.000 euros por la hazaña porque la federación de su país le recompensó con una importante prima.
La pasada temporada Peter Prevc se llevó el trofeo tras ser el mejor en tres de las cuatro pruebas. Fue tercero en Oberstdorf pero no falló después. En esta ocasión quien llegaba más en forma es su hermano Domen, de 17 años, pero ayer sólo fue el 26. La saga no se detiene aquí, puesto que también está en la élite Cene Prevc. Ganarán dinero pero no se harán multimillonarios.