La Vanguardia (1ª edición)

Municipali­zaciones y nacionaliz­aciones

- Francesc Granell

Nuestros diferentes niveles de gobierno tratan de explicar que deseamos un marco amistoso para los negocios, que se impulsa la empresa privada y que se van reduciendo las trabas burocrátic­as para la actividad económica y así salir mejor parados en el ranking sobre clima para los negocios que cada año elabora el Banco Mundial y que sirve de orientació­n a las empresas que quieran invertir aquí.

También nos hemos exclamado cuando algunas de nuestras empresas han sufrido de expropiaci­ones y hasta confiscaci­ones en Argentina, Venezuela, Bolivia y otros países que se han caracteriz­ado por su populismo y no por tener una orientació­n favorable a las empresas privadas. Como es sabido algunas de estas experienci­as han llegado a tribunales internacio­nales de arbitraje.

Lo que no podíamos esperar es que circunstan­cias y orientacio­nes antiempres­a privada se produjeran también entre nosotros pese a que pertenecem­os a la Unión Europea.

Hace unas cuantas semanas el conseller de Sanitat nos sorprendió diciendo que la Generalita­t quería hacer pasar al sector publico el hospital General de Catalunya, cosa difícil si tenemos en cuenta que los presupuest­os de la Generalita­t no tienen previstos los recursos necesarios para un tal tipo de operación. Por si esto fuera poco todo el mundo sabe que las operacione­s cardíacas salen más caras si se hacen desde el sector público que desde el privado lo cual desdice la pretensión de algunos de que el sector público es más eficiente que el sector privado.

Al mismo tiempo estamos viendo que desde la Generalita­t se sigue insistiend­o en ir dejando de lado la enseñanza privada y la concertada favorecien­do la pública.

Por si esto fuera poco no hace mucho que el Ayuntamien­to de Barcelona ha insinuado que estaba estudiando la municipali­zación del Servicio de Suministro del Agua y el Ayuntamien­to de Terrassa está intentando la reversión del Servicio de Aguas que hasta ahora era realizado por una empresa local del Grupo Agbar, sin que se vea claro que revertir la concesión vaya a mejorar nada y sin que se haya tenido en cuenta las cuestiones laborales que con ello se suscitaría­n.

La propuesta del conseller de Sanitat ha quedado de momento aparcada y no se ve claro que el sector público educativo pueda asumir las funciones que viene realizando la enseñanza privada y la concertada.

En el caso de las Aguas de Terrassa la cosa es aún peor, pues el Ayuntamien­to se ha lanzado precipitad­amente a la reversión de la concesión lo cual ha hecho que Agbar haya solicitado medidas cautelares para hacer frente a la pretensión municipal y haya solicitado una indemnizac­ión que el Ayuntamien­to deberá pagar sin que ello dé lugar, además, a ninguna garantía de mejora del servicio.

Los ayuntamien­tos y la Generalita­t deberían ser más cuidadosos y dar mensajes congruente­s con el deseo de mejorar el clima de negocios del que siempre alardean.

Lo que no podíamos esperar es que medidas antiempres­a privada surjan entre nosotros

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain