El carácter se revela a través del juego
L’Oréal lleva años seleccionando al personal de la empresa mediante la búsqueda de las competencias adecuadas de los candidatos. Y lo hace de forma original, con un juego en donde se ponen a prueba las habilidades de los candidatos, un desafío que propone a estudiantes de todo el mundo a través de las universidades. Así, los aspirantes adoptan el rol de un directivo y, en equipos de tres, asumen el reto propuesto por la compañía. El año pasado, dos centenares de estudiantes españoles –y 13.000 en el mundo– se metieron en la piel de director de marketing de la marca de dermocosmética La Roche Posay, con el propósito de encontrar una estrategia de marca para vender productos a chicos de 15 a 25 años de edad. Álvaro Márquez y Lucía Morales, estudiantes de ADE, junto a Brenda Valdés, estudiante de comunicación, formaban parte del equipo de la universidad cordobesa Loyola Andalucía y ganaron la final nacional. Este juego, Brandstorm, ha permitido a L’Oréal contratar a parte de su personal en los pasados 25 años. Cada año se fichan así entre 150 y 200 empleados. “Queremos preparar a los jóvenes para su salto profesional y no hay mejor manera para hacerlo que participar en una experiencia real. Los profesionales aprenden jugando y no sólo estudiando”, explica Mireia Vidal, directora de recursos humanos en L’Oréal España, filial en la que han entrado en los últimos años 50 personas con este juego. “Los perfiles que buscamos son ingenieros, profesionales tecnológicos, y también especialistas en marketing, que suelen tener muy buenas ideas sobre como afrontar el crecimiento del mercado cosmético masculino”. El juego es seguido no sólo por el departamento que lidera Vidal sino por el equipo directivo y por directivos de París. “Hasta ahora, el desafío siempre se dirigía a un problema real dentro de la compañía y las ideas de los estudiantes servían para inspirarnos pero no las implementábamos”, explica Carole Pasco-Domergue, directora de Branding de L’Oréal. “Hoy –continúa–, más allá del análisis de las propuestas y de su viabilidad, nuestra meta es realmente en convertirnos en una incubadora en el sentido de que nos comprometemos a hacer realidad las ideas más disruptivas”. Así, la compañía propone un reto de negocio y otro tecnológico. Los ganadores, que acudirán a una feria de innovación en París, podrán optar a sendos premios de 10.000 euros cada uno y otro con una mención especial al proyecto mejor en responsabilidad social corporativa, con 5.000 euros para desarrollar su idea. El 15 de junio del 2017, los finalistas presentarán sus proyectos en una feria de innovación en París.
En el 2016, 15.000 jóvenes simularon ser un director de marketing y desarrollaron una estrategia de marca