El año de la reconversión
Cristiano ejercerá desde ahora más de nueve puro para tratar de mantener su capacidad goleadora
Sí o sí, este nuevo año ha de ser el de la reconversión de Cristiano de delantero total a ariete puro. Es lo que se dice estos días en Valdebebas y en el Madrid hace tiempo que están convencidos de que ha llegado el momento. Temerosa la zona noble del club de la negativa del portugués, ahora contemplan con alivio como es el propio Cristiano quien admite ya en público, como antes en su círculo de amigos, que sólo podrá mantener su tremenda capacidad goleadora si abandona la banda para ejercer sin disimulo como delantero centro, para lo que tendrá que cambiar continuamente de posición con Karim Benzema.
El francés no va a poner obstáculos a lo que le pida Zidane. Al contrario, nunca ha sido un killer de área. Le gusta descolgarse a las
El Mundial de Clubs disputado en Japón supuso ya un ensayo de Cristiano de nueve
bandas y él mismo se define mas como un nueve y medio que como un delantero centro.
La prueba de lo que vamos a ver a partir de ahora de manera frecuente en el Madrid se vio ya en el Mundial de Clubs de Japón, sobre todo ante el América en la semifinal, pero también en la prórroga ante el Kashima en la final. Cristiano desplazó del área a Benzema y fue una máquina de buscar remates pisando un territorio en el que cada vez se siente más cómodo porque le obliga a un menor esfuerzo físico. En cambio, cuando jugó pegado a la banda, fue un desastre. No le salió ni un regate ni un desborde.
Al término del partido Cristiano reconoció que las fuerzas ya no son las mismas: “Siempre se espera lo mejor de mí y yo doy el máximo. Pero cuando no doy más es porque no puedo”.