Emoción con recompensa
El Barcelona sufre hasta los últimos segundos para lograr la séptima victoria
En el camino para olvidar una racha desafortunada, el Barcelona Lassa consiguió ayer una victoria importante que le permite afrontar con algo más de optimismo la segunda vuelta de la Euroliga. No es que el que triunfo del equipo azulgrana fuera notable porque su juego, sobre todo en la primera parte, tuvo muchas deficiencias, facilitando por ejemplo el rebote ofensivo de un rival que precisamente no destaca demasiado en esta faceta. Pero todo cambió después del descanso cuando se vio a un conjunto blaugrana más compacto, más intenso, que supo sufrir cuando tocaba hacerlo y actuó con inteligencia en los minutos finales de un partido que fue en todo momento muy igualado.
Se trataba de aprovechar una ventana del calendario favorable y el Barça se lo ha tomado muy en serio, consciente de que sus opciones de entrar en el playoff pasan por hacerlo bien ahora, aunque todavía faltan quince partidos para que concluya la liguilla. “Era importante acabar el año así, con un triunfo”, comentó Navarro en los micrófonos de TV3. “Ahora hemos cambiado –añadió–, entrenamos mejor. Es la línea a seguir, la que nos permite mejorar poco a poco nuestra confianza”. En este sentido, éxitos como el de ayer refuerzan la moral del colectivo porque el Darussafaka, dirigido por un técnico de prestigio como David Blatt, se había permitido recientemente tumbar a dos rivales de la entidad del Real Madrid y el Fenerbahçe.
Durante el primer tiempo, el rebote ofensivo de los turcos fue una pesadilla y les permitió controlar en todo momento el ritmo del partido. Hasta diez balones capturaron los visitantes bajo el aro local en una fase en la que únicamente Tomic, espléndido durante toda la temporada, daba señales de vida.
El 35-40 del descanso, con dos triples finales de Wilbekin, era incluso un buen marcador para los barcelonistas, que volvieron a la pista como un ciclón y con un parcial de 14-0, al que se llegó con un 3+1 de Rice, alcanzaron una renta totalmente inesperada (49-40). Pero de ahí al final hubo mucha emoción. Anderson y el propio Wilbekin aportaron los puntos necesarios para remontar (53-57) y el Barça tuvo muy claro que sólo con sufrimiento y una defensa poderosa llegaría al triunfo. Vezenkov fue un buen sustituto de Doellman, Rice asumió toda la responsabilidad como es habitual y Koponen no falló en los tiros libres de los últimos segundos.
Tras un mal primer tiempo, el equipo azulgrana mejoró en la reanudación y logró el triunfo