Alemania acusa a Rusia de urdir un plan desestabilizador
Alemania enfila este año electoral con el temor de la clase política y la inteligencia interior a una ciberintoxicación informativa y a ataques informáticos a instituciones y partidos, que atribuyen a Rusia como parte de un plan desestabilizador para influir en las elecciones generales. Aunque la fecha no ha sido anunciada aún, lo más probable es que los comicios –a los que concurre la canciller democristiana, Angela Merkel, en busca de un cuarto mandato– se celebren a mediados de septiembre.
“Hay evidencias crecientes de intentos de injerencia en las elecciones alemanas”, afirmó Hans-Georg Maassen, presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), el organismo de inteligencia para el interior del país, en un comunicado del pasado 8 de diciembre.
Maassen –que ya había lanzado un aviso en esa línea en verano del 2016– aseguraba en esa nota que la BfV estaba detectando “un incremento del ciberespionaje y de ciberoperaciones potencialmente perjudiciales para miembros del Gobierno, diputados y empleados de los partidos políticos”. En la práctica, se trataría de intentos de desestabilizar la sociedad alemana, “con un uso enorme de recursos financieros por parte de Rusia para controlar y diseminar propaganda y desinformación”.
La propia canciller democristiana, Angela Merkel, dijo el 23 de noviembre en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) que los llamados bots –cuentas que simulan ser personas en una red social– y las noticias falsas podrían desvirtuar el resultado de las próximas elecciones. Y a primeros de ese mismo mes, Merkel ya había aludido a posibles ataques informáticos y desinformación de procedencia rusa, que “podrían desempeñar un papel en la campaña electoral”. El objetivo sería influir en la opinión pública con noticias falsas vía internet para desacreditar a diputados y partidos.
La BfV está convencida de que hackers rusos llevaron a cabo un ataque cibernético contra el sistema informático del Bundestag en mayo del 2015. Ya entonces se invocó a Rusia como inductora, según publicó la revista Der Spiegel citando fuentes parlamentarias alemanas sin identificar. Y el pasado 27 de noviembre, un ataque masivo a los routers de la compañía Deutsche Telekom dejó a 900.000 hogares alemanes sin conexión a internet, teléfono o televisión. El diario Der Tagesspiegel, citando fuentes anónimas de los servicios de seguridad, apuntó que en lo sucedido volvía a aparecer la pista rusa. Merkel dijo desconocer de dónde provenía el ataque pero pidió estar preparados para situaciones similares en el futuro.
Expertos del sector señalan que son muchas las áreas vulnerables a los piratas informáticos. Sandro Gaycken, experto en cibercriminalidad y asesor de empresas e instituciones, declaró a la Deutsche Welle que “el hardware y software de los partidos políticos en Alemania no está tan bien protegido como los ordenadores de alta seguridad de la CIA, por lo que todos son vulnerables”. Según círculos gubernamentales, empresas tecnológicas del land de BadenWürttemberg están diseñando software de seguridad avanzado para instituciones clave.
En otro razonamiento, Volker Kauder, jefe del grupo parlamentario de la CDU/CSU (la coalición de democristianos y bávaros socialcristianos) en el Bundestag, declaró no estar preocupado por las elecciones en sí, puesto que en Alemania no existe el voto electrónico.
Berlín tiene pruebas de que aumentan los ataques contra los políticos