El Papa recibe a Abas, que abre la embajada ante la Santa Sede
El Vaticano –por razones históricas, religiosas y geoestratégicas– lleva decenios tratando de mantener un delicado equilibrio en su relación con israelíes y palestinos. En este contexto se enmarca la inauguración, ayer, de la embajada de Palestina ante la Santa Sede, a la cual asistió el presidente Mahmud Abas, quien antes se había entrevistado con el papa Francisco.
“Esperemos que otros estados sigan el ejemplo de la Santa Sede y reconozcan al Estado de Palestina”, dijo Abas después de su reunión con Francisco, que se prolongó durante 23 minutos.
El acuerdo bilateral sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas fue firmado en junio del 2015. Aunque, de facto, la Santa Sede llevaba mucho tiempo reconociendo a Palestina como una entidad estatal, la rúbrica formal causó malestar en el Gobierno israelí.
Abas aprovechó su presencia en Roma para advertir al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de las consecuencias negativas que tendría el traslado de la embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén, tal como ha adelantado el magnate neoyorquino. Preguntado por el asunto, el presidente palestino fue cauto pero claro. “Hemos oído de esa decisión del presidente Trump, pero no podemos hablar hasta que se tome de manera efectiva –comentó Abas–. Si esa fuera la decisión, pensamos que no ayudará a la paz. Esperemos que no se tome”.
Como marca el protocolo, tras su coloquio con Francisco, Abas fue recibido por el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal italiano Pietro Parolin, y el secretario para las Relaciones con los Estados –equivalente a ministro de Asuntos Exteriores–, el arzobispo británico Paul Richard Gallagher. El presidente palestino partió luego hacia París para asistir a una conferencia internacional sobre la paz en Oriente Medio.
En el comunicado hecho público por el Vaticano sobre los encuentros se destacó que las buenas
El líder palestino insta a Trump a no trasladar a Jerusalén la legación de EE.UU. porque dañará la paz
relaciones entre la Santa Sede y Palestina “incluyen aspectos esenciales de la vida y de la actividad de la Iglesia en la sociedad palestina”, y se recordó “la importante contribución de los católicos a favor de la promoción de la dignidad humana y en la ayuda a los más necesitados”. El texto vaticano manifestó “la esperanza de que se puedan retomar las negociaciones directas entre las partes para alcanzar el fin de la violencia” y llegar “a una solución justa y duradera”.
Abas entregó al Papa cinco regalos, entre ellos dos iconos, dos libros y una piedra del Sagrado Gólgota. Francisco correspondió con una medalla del último año jubilar y la versión en árabe de la exhortación apostólica sobre la familia, Amoris laetitia, y de la encíclica ecológica Laudato si.