El exceso de grasa provoca irregularidades y desproporciones
Los depósitos de grasa, acumulados en zonas determinadas del cuerpo, generalmente terminan por provocar irregularidades (celulitis) y desproporciones (papada, michelines, cartucheras, etc.). Son alteraciones estéticas bastante comunes que pueden padecer tanto hombres como mujeres. Su origen se debe a factores como la genética, el tipo de alimentación, los cambios hormonales y el estilo de vida. Cuando estas afecciones no desaparecen con dietas o ejercicio físico ni con tratamientos cosméticos, estéticos o médicos, se recurre a la cirugía estética. Las primeras técnicas quirúrgicas empleadas para eliminar las acumulaciones de grasa que provocan irregularidades y desproporciones en distintas partes del cuerpo, eran muy traumáticas y dejaban grandes cicatrices en las zonas que habían sido tratadas. Con el paso del tiempo, empezó a practicarse una intervención con la que se conseguía extraer la grasa antiestética a través de pequeños orificios, sin abrir casi la piel, es decir, sin dejar prácticamente cicatrices visibles. Al principio, debido a la falta de medios, era un procedimiento rudimentario que resultaba bastante traumático y, en muchos de los casos, no se obtenía un resultado estético aceptable. El método ha ido evolucionando hasta nuestros días. Actualmente es posible esculpir el cuerpo evitando las incisiones traumáticas, los puntos de sutura y las grandes cicatrices.