Cautela municipal ante la ampliación de Mataró Parc
El centro comercial ofrece 3.000 empleos en una ciudad con el 17% de paro, pero infunde dudas entre el equipo de gobierno
Es una de las propuestas más incómodas para los políticos de Mataró, que los distintos gobiernos y partidos hace más de 14 años sortean para evitar el desgaste electoral. La oferta del gran centro comercial Mataró Parc, gestionado por General de Galerías Comerciales SA, propiedad del empresario andaluz, Tomas Olivo, ha litigado y ganado el pulso con la Generalitat. El Tribunal Supremo ha sentenciado que no se puede denegar una licencia de ampliación al gran complejo comercial, que ahora pretende sumar 30.000 m2 a los actuales 140. 540 m2. ¿Quién se puede negar a crear 3.000 empleos?, presiona Alfonso Millán, gerente del complejo comercial.
Una ciudad, Mataró, que lidera el ranking de ciudades mayores de 50.000 habitantes con la mayor tasa de paro y que a finales del 2016 tenía 10.354 vecinos desempleados, un 17,38% de la población. Una capital sin una previsión inmediata de generación de puestos de trabajo que desde hace más de una década se obsesiona con la implantación de El Corte Inglés y que observa con ansiedad la dilación de unos grandes almacenes que crearían un millar de empleos directos. Por todo ello, la apuesta de Mataró Parc surge como un “caramelo agrio” que reabre el debate entre los detractores de las grandes superficies y los partidarios de su ampliación.
El proyecto, con una inversión de 120 millones de euros, prevé la instalación de cinco a ocho grandes almacenes de hasta 8.500 m2 “de los que faltan en la ciudad”, detalla Millán. En la parcela, de 21.500 m2, se postulan grandes empresas de bricolaje, juguetería, jardinería, restauración y automoción, “como ya tienen otros centros”, recuerda el gerente, que clama por evitar “que la gente se marche a Barcelona a comprar”. Además de permitir la cobertura del gran mirador-pérgola se abriría una decena de nuevas tiendas de hasta 1.000 m2, lo que sumaría una ampliación anexa de 30.000 m2 que incluiría 2.500 m2 para aparcamientos. Por Mataró Parc pasan cada año 16 millones de personas, de las que el 60% procede del Maresme y el Vallès Oriental.
“Debemos proteger el comercio urbano”, advierte el PDECat, socio del PSC en el gobierno en minoría de Mataró que se opone a la ampliación. “Mataró Parc sólo puede crecer 11.000 m2”, detalla la edil de Urbanismo, Núria Calpe, ya que el principal terreno adyacente “es una zona verde municipal”. Ante la disyuntiva, el alcalde, David Bote (PSC) pasa de puntillas sobre la eclosión de Mataró Parc sin haber analizado todas las variables. Con todo, garantiza que “si es una oportunidad, la aprovecharemos, respetando el equilibrio de la ciudad”.
En la actualidad “Mataró Parc excede la edificabilidad”, advierte Calpe, por lo que la cobertura de la pérgola que une los sectores de moda y alimentación “es inviable”. Además, para ampliarse en los terrenos adyacentes se debería cambiar el plan urbanístico y no se puede hacer sin la mayoría de votos en el plenario. Por el momento, según el Consistorio, “sólo podríamos dar licencia para la parcela de 11.000 m2” y condicionada a la implantación de comercios singulares, medianas y grandes superficies de hasta 2.500 m2 que no entren en competencia con las tiendas urbanas.
La gran superficie del Maresme pretende sumar30.000m2 alos 140.540m2 delosque dispone ahora