Aleluya erótica
Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín
Autor: Federico Garcia Lorca Directora: Genoveva Pellicer Lugar y fecha: Espai Brossa (11/ I/2017)
Al Espai Brossa, en el actual de la calle Flassaders y en el anterior de la calle Allada Vermell, le corresponde, entre muchos otros, el honor de haber estrenado un Lorca que se resiste a subir a los escenarios. Es un Lorca de difícil catalogación, entre la comedia y la tragedia, al cual el autor adjudicó el género, bien personal, del aleluya. Se trata, dijo, de una “Aleluya erótica en cuatro cuadros”. El título: Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín.
Lorca imaginó una historia de amores imposibles envuelta en un equívoco apasionado que sólo se podrá resolver con la muerte del responsable del engaño. Don Perlimplín se enfrenta al terrible conflicto de verse abocado al trámite socialmente insoslayable de casarse con la joven Belisa, cuando, para él, el tiempo de la satisfactoria unión conyugal ya ha quedado muy atrás. El viejo, sin embargo, afrontará la situación con la moral alta e inventará, como un nuevo Cyrano, unos recursos literarios e imaginativos para conseguir el enamoramiento de la chica.
El espectáculo ha sido dirigido por Genoveva Pellicer, de quien hay que aplaudir su acierto en el diseño de los cuatro personajes de la obra, si dejamos de lado los esfuerzos, perfectamente superfluos, de alejarlos de sus parientes que Lorca había creado en El retablillo de don Cristóbal. En este antecedente el autor proponía una farsa de marionetas en torno a un viejo chocho, con problemas más o menos similares a los que tendría Perlimplín. Genoveva Pellicer parece, sin embargo, que esté defendiendo una tesis y dirigiendo una pieza autónoma, con la alegría tragicómica que la historia reclama.
Sobre este último apunte, creo que al Amor de don Perlimplín... le convenía más un tempo allegro vivace que el adagio a que parece haberlo sometido la directora. Con respecto a la interpretación, creo que es el valor más seguro del espectáculo. Las actuaciones de Manuel Veiga como Perlimplín y de Almudena Lomba como Belisa me parecen excelentes. Jordi Sanosa se muestra del todo seguro y bien convincente en los tres papeles que tiene que resolver, a la vez que Anna Briansó es la insuperable Marcolfa, sencillamente fenomenal en la danza del Duende 2. La escenografía de Paco Azorín es de una exquisita simplicidad.