Corea del Norte provoca a Trump con el lanzamiento de un misil
El líder de EE.UU. se limita a decir que su país está “ciento por ciento” con Japón
Corea del Norte ni siquiera ha dado cien días de margen al nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para ponerlo a prueba con sus provocaciones. El régimen que lidera el joven Kim Jong Un lanzó ayer un misil de alcance medio que cayó en el mar de Japón. El ensayo provocó las protestas de Corea del Sur y Japón, mientras que Trump se limitó a declarar que EE.UU. está con Japón “al ciento por ciento”.
Kim Jong Un dio ayer por acabada la tregua con la nueva Administración de EE.UU. y autorizó el lanzamiento de un proyectil de alcance medio el mismo día en que Donald Trump y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se hallaban reunidos en la lujosa residencia de Mar-a-Lago, que el presidente estadounidense posee en Palm Beach (Florida). Un desafío en toda regla, medido al milímetro, que constituye la primera provocación importante por parte de Pyongyang desde el 20 de octubre, cuando se produjo un lanzamiento fallido de un misil de alcance medio.
El de ayer, al parecer, es un tiro que se efectuó para conmemorar el próximo aniversario del nacimiento de Kim Jong Il, padre del actual líder, que nació el 16 de febrero de 1942, según apuntó Yang Moo Jin, profesor de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur reveló que el cohete que su vecino del norte lanzó a las 7.55 de la mañana de la base aérea de Banghyon, en la provincia norcoreana de Pyongan del Norte, era del tipo Rodong o una versión modificada de este. Llegó a una altura de 550 kilómetros y recorrió 500 kilómetros antes de caer al mar de Japón.
Para las autoridades surcoreanas fue un lanzamiento destinado a comprobar la reacción del equipo de Trump. “El tiro trata de llamar la atención mundial hacia Corea del Norte, que se vanagloria de su capacidad nuclear y de sus misiles”, señala la nota del Ministerio de Defensa de Seúl, que estima que “se trataría de una provocación armada destinada a comprobar la reacción de la nueva Administración americana dirigida por el presidente Trump”.
Pero desde Florida, quien más alzó la voz fue el primer ministro japonés, Shinzo Abe. En una breve comparecencia de prensa conjunta de los dos líderes, el premier nipón calificó la prueba de “absolutamente intolerable” y exigió al régimen de Kim Jong Un que cumpla las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que prohíben a su país desarrollar armamento nuclear y llevar a cabo pruebas de misiles balísticos.
Abe habló asimismo en nombre de su anfitrión estadounidense y señaló: “El presidente Trump y yo mismo compartimos plenamente la opinión de que vamos a promover una mayor cooperación entre las dos naciones. Y también vamos a reforzar aún más nuestra alianza”, según la prensa japonesa.
Por su parte, Donald Trump se limitó a reiterar ante Abe, que se hallaba en visita oficial en EE.UU., que Washington está comprometido con la seguridad de su principal aliado asiático. “Sólo quiero que todo el mundo entienda y sepa que los Estados Unidos de América están completamente junto a Japón, su gran aliado, al ciento por ciento”, dijo el nuevo comandante en jefe, sin dar más detalles. Una respuesta que posiblemente satisfaga al mandatario nipón, pero que no califica ni censura la iniciativa del régimen de Kim Jong Un.
Por su parte, Corea del Sur criticó con dureza la prueba de su vecino del norte. El presidente del país en funciones, Hwang Gyo Ahn, denunció que la acción violaba las resoluciones de la ONU y prometió un “castigo apropiado” como respuesta a este lanzamiento, según la agencia Yonhap.