Cs ve en el continuismo del PP una oportunidad para crecer por el centro
La continuidad de Mariano Rajoy al frente del Partido Popular, Ciudadanos (y el resto de formaciones) ya la daba por descontada, pero no así la ausencia de el mínimo gesto de renovación ideológica y orgánica. Un continuismo que la dirección de Cs entiende como una oportunidad para seguir pescando votos entre el electorado más joven y progresista del PP y continuar creciendo por el centro.
“Para nosotros era peligroso que el PP saliera de su congreso con una imagen de renovación y cierto cambio generacional, nada más lejos de la realidad”, apuntaban ayer desde la dirección naranja.
La guerra entre populares y liberales por ese espacio de centro político quedó más que evidente en el cónclave del PP. El PSOE prácticamente ni fue nombrado, Podemos sólo apareció para contraponer su guerra interna con la “paz marianista”, y la mayoría de intervenciones y mensajes, como ocurrió en el discurso sabatino de Rajoy, se dirigieron a presentar a Cs como un artefacto inconsistente ideológicamente y sin experiencia alguna de gobierno.
“Nos han distinguido como sus verdaderos adversarios políticos”, destacan fuentes de la ejecutiva de Cs, reunida este lunes para analizar el congreso de PP y Podemos.
Un artillería dialéctica contra Albert Rivera y los suyos que muestra la preocupación que existe en Génova 13 después de que Cs haya renunciado –no sin contestación interna– a sus esencias socialdemócratas en su IV asamblea general, para, anclados en el liberalismo, intentar ser el referente del centroderecha.
En uno de los debates en los que el partido naranja ha abierto un boquete en la nave popular es el de la gestación subrogada, tan controvertido como candente al afectar a miles de familias españolas.
La semana pasada, a escasas horas del inicio del cónclave popular, C’s celebró un acto en Madrid en el que congregó a una retahíla de personajes públicos, médicos ginecólogos de reconocido prestigio y padres que han recurrido a esta técnica, para defender la regulación de la gestación subrogada.
Rivera se comprometió en ese foro en llevar una iniciativa al Congreso para su regulación y de paso forzó a la dirección del PP a maniobrar con celeridad para pactar un texto de consenso, por su ambigüedad y falta de concreción, que evitó que quedara retratada en el cónclave la división que existe en las bases del PP sobre esta cuestión.
Rivera espera, con iniciativas como esta que los diputados de Cs trasladarán al Congreso, así como con medidas de regeneración interna –primarias– y de las instituciones, poder marcar distancias con el PP y presentarlo ante los ojos de los españoles como un partido “netamente conservador y caduco”.
Rivera intenta, con medidas como la gestación subrogada, presentar al PP como partido caduco