La Modelo cierra en junio tras 113 años de historia
La redistribución de presos entre las cárceles catalanas empieza hoy El notable descenso de la población penitenciaria permite el reparto Mundó recuerda que Suárez “ya quería cerrarla hace 40 años”
La Modelo ya tiene fecha de cierre: junio del 2017. La Generalitat anunció ayer la clausura definitiva de la histórica prisión que pondrá el punto final a 113 años de vida de unas paredes que han atestiguado motines, fugas, asesinatos, ejecuciones e infinitos anuncios frustrados de cierre. El penal del Eixample quedará vacío en junio y hasta esa fecha sus presos serán redistribuidos progresivamente por el resto de las cárceles de Catalunya, que, a su vez, tendrán que encajar a los recién llegados en un proceso que se presume un auténtico rompecabezas que afectará a presos, familias, mossos d’esquadra y abogados. “Tendrá un impacto en el conjunto del sistema penitenciario”, subrayó el conseller de Justícia, Carles Mundó.
Las caras de satisfacción ayer en el Departament de Justícia eran evidentes. El conseller se estrenó al inicio de la legislatura consciente de que la suya podría ser una más de las promesas de cierre de la Modelo que a lo largo de la historia han acabado en nada. En un ejercicio de prudencia se limitó a decir por esas fechas que su objetivo era el de dejar la cárcel “en un punto de no retorno”. Ayer, convencido de que cumplirá con el objetivo, sentenció que “Adolfo Suárez ya dijo hace 40 años que quería cerrar la Modelo. Ahora le ponemos día y hora para devolver un espacio para dedicarlo a los vecinos”. Su departamento se marcó el cierre del penal como una prioridad. Primero, rubricó un convenio con el Ayuntamiento de Barcelona por el que se intercambiaban los terrenos de la prisión de la Trinitat para levantar pisos sociales en unos solares en la Zona Franca donde se construirán dos centros.
Luego impulsó un plan de reparto, sobre la base de que la población penitenciaria ha experimentado un considerable descenso. Las cárceles no están al máximo de su ocupación y la Modelo “se cae a trozos”. Su rehabilitación costaría 25 millones de euros, menos de los 32 millones comprometidos para la cons- trucción de un nuevo centro abierto y una prisión de mujeres y preventivos en la Zona Franca .
En la operación de vaciado los primeros afectados serán los presos y los trabajadores de la Modelo. Justícia ha elaborado un plan que prevé una redistribución de los 926 internos hacia otras cárceles. En su mayoría, 732 son presos preventivos que están a la espera de juicio o de sentencia, y cuya estancia es provisional. La función que hasta ahora ha ejercido la penitenciaría como centro de preventivos pasará a desempeñarla Brians 1, en Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat), que se encuentra a 37 kilómetros de Barcelona. A partir del 7 de marzo en la Modelo dejarán de ingresar internos y todos los preventivos serán conducidos a Brians 1. Pero para ello antes hay que vaciar el centro. Hoy mismo se comenzará a trasladar a los penados hacia otras cárceles; los de la zona de Barcelona se quedarán en Brians 2 y el resto serán dirigidos a otros penales.
Los cambios de centro penitenciario previstos por el plan los efectuará el departamento atendiendo a un criterio de proximidad con el domicilio del interno y su arraigo en el territorio. Los técnicos de Justícia tendrán en cuenta las comunicaciones que mantienen con sus familias para que permanezcan lo más cerca posible de ellas. Asimismo, el departamento también utilizará como comodín para el reparto al 30% de presos que no mantiene ningún contacto con su familia y que puede ser trasladado a cualquier prisión. Da igual si cumplen condena en Lleida o en Tarragona, puesto que no recibirán visitas.
CONSELLER CARLES MUNDÓ “Adolfo Suárez ya dijo hace 40 años que quería cerrar la Modelo; hoy le ponemos día y hora”
PUNTO FINAL El 7 de marzo en el penal del Eixample dejarán de ingresar presos
Eso sí, uno de los requisitos que deberán garantizarse es que los presos mantengan el mismo programa personalizado de tratamiento y el trabajo que desempeñaba en la prisión de la que partían.
La piedra angular para que el plan de redistribución funcione es la prisión de Mas d’Enric, en el Catllar (Tarragona), que fue estrenada hace quince meses pero que se encuentra al 37% de ocupación. El centro abrirá los cuatro módulos que quedan restantes en el que se instalarán 449 presos provenientes de otros cárceles, de los cuales 210 estarán cerca de sus familias. El Govern argumentó que su plan permite que los centros que en la actualidad están medio vacíos recuperen el funcionamiento normal para poder desarrollar las actividades y programas de tratamiento. El impacto de la medida repercutirá levemente en la ocupación del sistema penitenciario que pasará del 67,4% al 72,9%, sólo 5 puntos de incremento, que a criterio de la conselleria deja claro que “era una operación que se tenía que hacer”.
Sin embargo, los principales inconvenientes los padecerán los trabajadores, los mossos d’esquadra y los abogados que tendrán que desplazarse a 37 kilómetros de Barcelona. Ninguno de los trabajadores de la Modelo perderá su empleo y, salvo que lo especifique, será trasladado a una de las dos cárceles de los alrededores de Barcelona.
El resto de afectados serán los mossos cuyos dispositivos de traslado hacia la Ciutat de la Justícia deberán ser más complejos. Según Justícia, el Departament d’Interior ya “tiene preparado” el operativo para la conducción de los presos a las comparecencias judiciales, un dispositivo que tendrá que tener en cuenta la gran densidad de tráfico que se acumula en las entradas de Barcelona. El director general de los Mossos, Albert Batlle, aseguró que el cuerpo policial podrá hacer frente a la nueva contingencia” que obligará a replantear la organización de la unidad de traslados y la vigilancia del entorno de la prisión.
Los abogados también sufrirán las consecuencias de la distancia. Para ello, se habilitarán en Brians 1 ocho salas de videoconferencia para que los letrados puedan comunicarse con sus clientes por internet sin necesidad de desplazarse, una medida que se podría aplicar también a familiares.