Apuesta millonaria para conservar el teatro Arnau
El gobierno municipal invertirá nueve millones de euros en la rehabilitación del paupérrimo equipamiento
El futuro del teatro Arnau es cada día más confuso. Hasta ayer parecía claro que el último teatro de barraca de Barcelona estaba abocado a la demolición, que su pésimo estado de conservación no dejaba otra alternativa, que lo más conveniente era levantar un nuevo inmueble. Los últimos informes arquitectónicos municipales hechos públicos apuntaban en esta dirección. A lo mejor se podía salvar un palco, una barandilla, un par de asientos... Pero ayer el segundo teniente de alcalde, Jaume Collboni, y la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, anunciaron que el Ayuntamiento de Barcelona invertirá nueve millones de euros en la rehabilitación de viejo Arnau. El Consistorio convocará en breve un concurso arquitectónico que pondrá el acento en la palabra conservación.
Al parecer, nuevos informes consideran que la demolición no es inevitable, que a pesar de los problemas estructurales del teatro aún pueden preservarse muchos elementos patrimoniales. Las obras comenzarán como muy tarde a finales del año que viene. Su duración es una incógnita. Collboni y Pin subrayaron la complejidad del proyecto, que viene dada por los restos arqueológicos que puedan hallarse en el subsuelo y sobre todo por el estado de la finca. La factura de 9 millones es una aproximación. Tampoco quedan claros los futuros contenidos del nuevo Arnau. En los últimos meses se estudió que fuera un teatro infantil, un museo de artes escénicas...
Pero el proceso participativo abierto esta primavera y cuya primera fase acaba de concluir apuesta por un equipamiento cultural muy transversal abierto a múltiples disciplinas, al circo, la danza, la música... La gestión también tiene que definirse. El gobierno municipal y las entidades implicadas están dibujando un proyecto de carácter comunitario que enraíce el nuevo teatro en los barrios de Sant Antoni, Poble Sec y Raval. Un modo de hacerlo podría ser mediante la fundación de un ateneo popular. Todo se irá probando a través del Arnau itinerante, una suerte de teatro sin emplazamiento fijo que durante al menos un par de años desarrollará proyectos artísticos en diferentes puntos de la ciudad.
Entidades ciudadanas apuestan por un escenario transversal muy abierto a todas las artes escénicas