Astérix de Sant Hipòlit
El Barça Lassa empieza la defensa del título de campeón de la Copa del Rey de hockey patines ante su minibestia negra, el CP Voltregà
EL SUEÑO DE UN PUEBLO El Voltregà, capaz de sorprender otra vez al Barça, se ilusiona con una Copa que no gana desde hace 40 años
No hemos tenido fortuna en el sorteo”. Que lo diga un internacional con 60 títulos como Aitor Egurrola (36), maldiciendo que les haya tocado el CP Voltregà, es que la cosa va en serio. Que un equipo gane dos veces seguidas en casa del Barça, como sólo ha hecho el Voltregà en las dos últimas OK Ligas, no es casualidad. ¡Que viene el lobo! Los blaugrana están advertidos. El todopoderoso Barça, líder de la OK Liga, empieza hoy (20 h, en Alcobendas) la defensa del título de campeón de la Copa del Rey contra su verdugo más recurrente, los irreductibles osonenses de Sant Hipòlit.
Entre la Plana de Vic y el altiplano del Lluçanès, en el norte de Osona emerge Sant Hipòlit de Voltregà, un pueblecito (3.462 habitantes en el 2016) que cabría en medio Palau Blaugrana. El orgullo del municipio es un histórico, el CP Voltregà –tanto masculino como femenino; las chicas son vigentes campeonas de Europa–. Un club modesto, de los presupuestos más bajos de la Liga, pero que ha crecido y se ha crecido este año. Décimo de 16 equipos el año pasado, este curso se ha aupado a la 5.ª plaza, empatado con el Liceo, al haber sido capaz de ganar en Vic, empatar con el Reus y los gallegos, y asaltar el templo blaugrana (2-3, el día 11) rompiendo una racha de 21 victorias seguidas del Barça en casa. Igual que hizo un año y medio antes.
Se puede decir que el pez pequeño le ha tomado la medida al grande. Y ha sido el que más veces se lo ha comido: tres en los tres últimos campeonatos, una por año. “Los conocemos bastante porque es uno de los rivales que más ves por la tele... Tienen puntos débiles, y nosotros somos competitivos y sólidos”, comenta Francesc Linares, el entrenador del CP Voltregà, que no esconde su pócima para derrotar al imperio blaugrana: “La clave es llevar el partido adonde quieres, ellos tienen un modo de jugar muy definido, son muy ofensivos, no defienden mucho, y se sienten incómodos detrás”. Además de otro factor nada banal: “Estuve 7 años trabajando en la base blaugrana (hasta el 2014), conozco cómo juegan. Por eso intentamos que no tengan mucho la bola y evitar sus movimientos habituales donde hacen daño, que busquen otras soluciones”.
En el banquillo blaugrana, Ricard Muñoz se toma el debut en la Copa con mucha cautela y respeto por el rival, más allá del tópico. “Sabemos que es un buen equipo, está recogiendo los frutos de un buen trabajo de base, de años de trabajo fiel a su línea, tiene buenas individualidades y un bloque muy sólido y rápido. Es un equipo consolidado, con jugadores formados en la cantera y con mucho sentimiento de club. No es casualidad que estén donde están”, describe Muñoz, que fue técnico del Voltregà (2007-2009) y conoce bien el club.
Curiosamente, para un gigante como el Barça, un rival humilde como el Voltregà es el mejor acicate para empezar a perseguir su 21.ª Copa, que sería la 9.ª de Egurrola, el capitán blaugrana. “Es motivador enfrentarnos al más difícil en cuartos, que además nos ha ganado tres veces en dos años”, recuerda el Pulpo, que entiende por qué el Voltregà es un matagigantes: “Le va bien no ser favorito, contra los grandes hace buenos partidos con un estilo muy definido: son muy ordenados y peligrosos al contragolpe”. También destaca a Càndid Ballart, “un portero en estado de gracia”, a Gerard Teixidó (28), Ignacio Alabart (21), cedido por el Barça, o el veterano Petxi Armengol (40).
En Sant Hipòlit no temen al Barça. “Sorprenderlos otra vez será más complicado porque vendrán tiesos y con Pablo Álvarez y Lucas Ordóñez, que no jugaron en el Palau”, dice Linares. “Pero si alguien les puede hacer daño somos nosotros. No tenemos presión. Somos un club pequeño económicamente, pero grande socialmente”, señala el técnico, que ni recuerda cuándo ganaron el último título. “Hace mucho... ¿La CERS del 2002?”, acierta. “Hemos crecido mucho. Antes éramos un equipo condenado a luchar por no bajar; ahora somos quintos, tenemos una afición y un pueblo volcado, llenamos el pabellón, la gente viene con la camiseta del equipo como en el fútbol. Es un lujo. Es uno de los sitios donde más se vive el hockey”, describe Linares, que no tenía ni un año cuando el Voltregà ganó la última de sus 5 Copas... hace 40 años (en 1977, ante el Barça).