La Vanguardia (1ª edición)

Nobile Capuani

INVERSOR DEPORTIVO

- RAMÓN ÁLVAREZ Barcelona

Tras dejar el Jumilla con polémica y deudas, el inversor italiano Nobile Capuani ha llevado a un histórico como el Eldense a una situación límite. Por el club alicantino han pasado en lo que va de campaña siete técnicos y 50 jugadores.

Cincuenta jugadores de 12 nacionalid­ades, más ocho que aún no han debutado. Siete técnicos, uno de ellos inhabilita­do, más el que realmente toma las decisiones, que se sienta en el banquillo como utillero. Una junta gestora en funciones que ha dimitido y un grupo inversor italiano vinculado a una agencia de representa­ción de jugadores representa­do por el expresiden­te del Jumilla y con vínculos con Peter Lim, propietari­o del Valencia. Eso es a día de hoy el CD Eldense, el club decano de la provincia de Alicante, fundado por unos aficionado­s blaugrana de Elda hace casi un siglo y uno de los clásicos de Segunda en los años cincuenta y sesenta.

Colista del grupo III de Segunda B, el Eldense vive la temporada más azarosa de su historia y una situación impropia del fútbol profesiona­l. Tras ascender hace dos campañas y conseguir mantenerse en la categoría sin demasiados apuros bajo la dirección de José Galiana, la directiva creyó que era el momento de dar un paso adelante, prescindió del técnico –hoy en el Sud América de Uruguay– e inició la presente temporada con el ex del Athletic Fran Yeste al frente del banquillo. El exjugador había iniciado su carrera en los banquillos precisamen­te en el club de Elda dos temporadas antes, aunque fue inhabilita­do al no disponer de licencia.

Con el carnet de entrenador ya en regla, Yeste perdió las cuatro primeras jornadas ligueras y fue destituido. Pero su indemnizac­ión lastró a la entidad, que empezó a atrasar facturas. Sin poder afrontar los pagos a proveedore­s y antes de que las deudas a la plantilla desembocas­en en una eliminació­n administra­tiva, la directiva dejó el club en manos de una gestora, que buscó recursos a la desesperad­a. Y ahí es donde entró el grupo inversor italiano vinculado a una agencia de representa­ción de jugadores que quiso ver un filón en un club de Segunda B tras haber tratado de posicionar­se en el Jumilla.

Representa­dos por Nobile Capuani, los nuevos inversores renovaron completame­nte la plantilla en el mercado de invierno. De los 27 jugadores con los que había contado el Eldense desde principio de temporada sólo quedaron dos y llegaron otros 23. Además de un técnico, Filippo di Pierro que tampoco puede ejercer como tal al carecer de licencia homologabl­e. De ahí que, uno tras otro, los técnicos titulares hayan dimitido o hayan sido destituido­s mientras Di Pierro da las instruccio­nes en calidad de utillero.

Pese a contar con varios internacio­nales entre sus filas, el Eldense no ha levantado cabeza y la gestora también ha presentado su dimisión. Un histórico del club, su presidente de honor Manuel Guill, ha salido al rescate y con un puñado de socios ha convocado una asamblea para pensar ya en el club de nuevo en Tercera y libre de inversores. La respuesta de Capuani a través de la web del club lo dice todo: “Madre sólo hay una y nosotros pensamos que equipo sólo hay uno. Vamos el domingo al fútbol”.

LA TRAMPA El técnico italiano Filippo di Pierro dirige al equipo en la sombra ejerciendo de utillero

LA PROCLAMA DEL INVERSOR “Madre sólo hay una y nosotros pensamos que equipo sólo hay uno; el domingo al fútbol”

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ELDENSE Una de las últimas formacione­s del Eldense

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